lunes, 4 de junio de 2012

Miscelánea

Yo no lo quito


1.- La Inquisicion en Andalucía.

Uno que de vez en cuando lee algo sobre Historia, estaba convencido de que el Tribunal de la Inquisición había desaparecido de España hacla el año 1833. Pero estaba equivocado porque así lo ha declarado doña Susana Diaz Pacheco, que es consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, y a quien vemos aconsejando el Presidente señor Griñán.



Esta miembra del gobierno andaluz que dice ser licenciada en Derecho y en Alta Dirección de Instituciones Sociales, aunque alguien que dice conocerla afrma que nunca terminó su carrera, ha declarado solemnemente que el Andalucía está funcionando la Inquisición.

Pero ¿qué demonios estará haciendo la Inquisición a estas alturas? Pues inquirir, que es lo suyo. Pero ¿qué eso de inquirir? Pues inquirir es una palabra derivada del latín "inquirere", que se compone del prefijo "in" (hacia dentro) y "quaerere" (preguntar). También se podría decir que es indagar.


Y ustedes se preguntarán de inmediato que quien es el que Preside en Andalucía el Tribunal de la Santa Inquisición; pues la señora Consejera nos lo aclara rápidamente, La Presidencia del Tribunal la ostenta doña Mercedes Alaya, juez de juzgado número cinco o seis de Sevilla, que de eso no estamos muy seguros, y tiene como colaboradores a mienbros de la Benemérita Guardia Civil, que Dios Bendiga, y el Alimoche lo hace todos los dias.

O sea, que la Juez Mercedes Alaya ha adquirido la fea costumbre de inquirir, y lo hace de una manera inmisericorde que llega a molestar a los miembros y miembras de la Junta de Andalucía.

Comprenderán que de este modo no se puede vivir. Y para llegar a ésto no hemos muerto tanta gente para alcanzar la libertad.



2.-El Tribunal Constitucional.

En cambio, el Tribunal Constitucional, que no es mas que un remedo de aquel otro que se llamó Tribunal de Defensa de la República, sigue gozando de la mala fama que  siempre le ha acompañado a partir de aquel día que su Primer Presidente Señor García Pelayo tuvo que dimitir para regresar a Venezuela y allí morir de vergüenza porque entonces había Jueces y Magistrados capaces de morir de eso.

Ya hemos visto como, saltándose al Tribunal Supremo, ha decidido que los filoetarras (cuando no etarras) se sienten en el Congreso de los Diputados. Ahora le toca el turno a los de Bildu. Unos angelitos todos. Por supuesto, actuará como ponente la magistrada propuesta por el PSOE  y será apoyada por estos cinco que la acompañan.




domingo, 3 de junio de 2012

De Fútbol

Yo no lo quito

Hoy, contra lo que tenemos por costumbre, vamos a hablar de fútbol. Pero si lo hacemos es porque ha surgido una noticia que vale la pena comentar, y es que el rotativo británico The Guardian acaba de proclamar que El equipo español no pudo jugar las competiciones internacionales entre 1930 y 1934 porque Franco lo había prohibido.

  Este anciano Asno de Rotterdam, que en su mocedad jugó a fútbol como todos los de su época, dejó de hacerlo en cuanto empezó la guerra civil y se encontró con que en el campo donde habitualmente jugaba había aparecido el cadáver de un fusilado por los defensores de la libertad y la democracia.

En aquella época teníamos los muchachos de Barcelona que vivíamos en Ditrito III, que era el de San Gervasio de Cassolas disponíamos de dos campos de fútbol situados entre lo que hoy es Calle de Ganduxer y Calle de la Ciudad de Balaguer (que, por cierto, en aquella época se llamaba Calle de Babilonia). Después de la guerra la fisonomía de aquel barrio cambió mucho. Para no mentir, diremos que también disponíamos del Campo del Casellasy del Campo del Aguila. Este último creo que aún existe.

De aquella, mi época futbolera, mi equipo preferenteera, por supuesto el de España, y de él conservo la alineción que a mi me encantaba, que era la siguiente: Zamora; Ciriaco y Quincoces, Cilaurren Muguerza y Lecue; Ventolrá, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri y Gorostiza. Si alguien desea corregirme, se aceptará y agradecerá la corrección. Al fin y al cabo, a estas alturas de la vida la memoria  falla en algo.

Pues bien, este equipo de mis amores de entonces desapareció durante la guerra, y debo confesar que desde entonces de fútbol no quiero ni que me hablen. Si de algunos futbolistas pero ya no de equipos, y menos de los "Autonómicos".

Pero, ¿Cómo se le ocurriría a Franco suprimir el fútbol durante los años 1930 a 34? ¿Qué potestad tenía Franco en aquella época? Pues ahora vamos a verlo.

En 1930 Franco ocupaba el cargo de Director de la Academia Militar de Zaragoza que él mismo había organizado por encargo de Primo de Rivera




En 1931 Azaña mandó cerrar la Academia General de Zaragoza y en 1933 envió a Franco a las Baleares como Comandante Militar del Archipiélago. De ello nos da fé esta imagen en la que se puede ver a Franco  pronunciando unas palabras delante del entonces Ministro de Marina Lluis Companys, que había ido a inspeccionar las bases navales.



El Ministro Companys ya tenía alguna experiencia en cuestiones navales porque años antes había estado preso en el Castillo de la Mola de Mahón por cuestión de luchas sindicales, junto con su amigo de la infancia más conocido como "El noi del sucre". Lo que le acreditaba para el cargo.

En cualquier caso, es dudoso que durante su estancia en Mallorca Franco prohibiera jugar al fútbol a la selección española.

En 1934, el gobierno de la República lo llama para que asesore al Ministro de la Guerra Diego Hidalgo para reprimir la revolución  que en Asturias había arraigado.

En este año tampoco es probable que impidiera jugar a fútbol a la selección española. Lo que sí es cierto es que en 1930 varios equipos, entre ellos España, no intervinieron en la Copa del Mundo, a causa del lago viaje que tenian que realizar.

Por eso recomendamos la lectura de la prensa inglesa para quienes quieren ahondar en la Historia de España y, más concretamente, del Deporte español.




     

viernes, 1 de junio de 2012

Autonosuyas

Yo no lo quito

Que los males que afligen a España son muchos no es un secreto para nadie. Ni siquiera para los españoles. Y prueba de ello es las continuas manifestaciones que se están produciendo a diario, y con las que se pretende culpar a los que ganaron las elecciones del 20-N de 2011, como si ellos , que llevan seis meses en el gobierno fueran los culpables de tanta ignominia y tanto dolor.

Para nosotros no es ningún secreto desvelar aquí que el mayor de todos nuestros males es la existencia de las diez y siete Autonomias, porque eso lo reconocen hasta en Basutolandia. Y ya lo dijo en su día un tal Martin Villa, hombre de brillante caletre, cuando declaró: "Las Autonomias nos arrastrarán".



Y es que las Autonomías se crearon (es un decir) para acercar la Administración al Pueblo, pero para lo que han servido es para acercar el Pueblo a la Administración. Y para ese acercamiento no hacía falta nada más que tener el carnet de algún Partido. Eso era suficiente para que "el pueblo" se acercase a la Administración; y tanto se acercó que de poco más de medio millón de funcionarios de pronto nos encontramos con más de tres millones. Con lo que se habian "creado puestos de trabajo".

Pero lo de tener gente inepta ocupando puestos de funcionario, no era "per se" demasiado grave. Lo malo fué cuando cada Autonomía empezó a reclamar atribuciones y a legislar para cada una de ellas. Y para más pitorreo, la que primero se quiso apoderar Cataluña, siempre en vanguardia de las reivindicaciones, fue, ¡Agarrense!, La Sanidad.

Desde antes de que empezara eso de la Transición, ya se comentaba el peligro que corría el sistema de la Seguridad Social por muchas razones. La primera era  que la población estaba envejeciendo sin que aparecieran síntomas de recuperación porque estábamos con unos indices de natalidad que entonces ya empezaban a apuntar hacia abajo.

La segunda era que los adelantos de la medicina, si bien contribuian a mejorar las condiciones de vida, facilitando el envejecimiento de la población, hacían que el coste de la medicación, de los tratamientos médicos en general, aumentara en progesión geométrica. Dicho en román paladino, vivir mucho y con buena salud es caro.

Por si esto fuera poco, cada Autonomía legislaba a su antojo. No se trata de que se obligase a utilizar cualquiera de los dialectos autonómicos con rechazo de la lengua oficial española,sino que unas leyes chocaban con otras de la Autonomía de al lado, y no digamos nada de la Autonomización de la Justicia que en bastantes casos se enfrentaba a la Jurisdicción Nacional. Y la ruptura del mercado.

O sea, la "remanguillé"



Las Autonomías, por otra parte, permitieron a los españoles jugar a un juego muy divertido y muy utiizado a lo largo de su Historia. "El Enfrentamiento". Cuentan que al Canciller Bismark le preguntaron en una ocasión cual de las potencias europeas le producía más temor. Bismark, sin titubear, respondió que España. "¿España?" le preguntaron sorprendidos. "España sí, porque lleva siglos intentando destruirse, y a estas alturs todavía no lo ha conseguido"



Las Autonomías son nuestro Diablo de Tasmania. Acabar con él supone echar a la calle a un montón de gente, pero el beneficio que se podría obtener sería enorme. El primero, la confianza de Europa y de los mercados, que empezarían a dejar de vernos como unos giliflautas en los que no se puede confiar de ninguna manera. Ahora bien, también ocurre que las Autonomías son como el "maná" de la clase política con el que Jehová alimentaba a los seguidores de Moisés durante aquel Exodo a través del desierto. Y si se suprimen las Autonomías, una gran parte de la clase política española se habrá hecho el "harakiri". Y no creemos que eso ocurra. Razones tenemos para pensar así. En todo caso, el tiempo dirá.