O sea, que ahora a Leire Pajin la van a nombrar ministra de algo. La verdad es que peores cosas se han hecho, pero nos mosquea un tanto que ésto se divulgue en unos momentos en que se comenta que doña Carme Chacón está ascendiendo de categoría dentro del "Partei". Y si la señorita Pajín tiene que sustituir a una ministra, lo menos que podría suceder es que la nombrasen nueva ministra de Defensa.
Doña Leire tiene aquí una imagen que nos recuerda a un personaje de la Eneida de Virgilio,un tal Laoconte que, en una postura parecida a ésta. lucha contra las dos serpientes que se van a merendar, no sólo a sus dos hijos, sino al mismísimo sacerdote Laoconte. Vean si no esta escultura del interfecto
El parecido entre estas dos imágenes nos hace pensar que doña Leire sería una buena ministra, luchadora y capaz de preparar a nuestras Fuerzas Armadas no sólo para una guerra asimétrica, sino para una guerra interplanetaria. que es lo suyo.
Hace ya algunos años, el Comandante Don Francisco Borrero Roldán, que daba clases de Geografía e Historia Militar en Segovia, que es cuna artillera, explicaba que la Primera Academia General Militar sirvió para que todos los oficiales del Ejército supieran dibujar la intersección de una esfera con un tetraedro, gracias a las lecciones de la asignatura de Geometría Descriptiva que, como decía no me acuerdo quíen, es "la lengua del ingeniero". Por cierto que Borrero era tio de la conocida periodista doña Paloma Gomez Borrero y llegaba a escribir cosas como ésta:
"Ha llegado a ser un tópico la lamentación de la desaparición de la Humanidad del tipo de Don Quijote; pero no es cierto que en el mundo ya no existan hombres con las características del hidalgo manchego; lo que, en cambio, ha desaparecido casi por completo de la tierra es la figura de Sancho. Tipo éste mucho más complicado que la de su señor; no como él, de criterio rectilíneo y obediente en sus acciones a lo que la fantasía le hace ver, sino creyente en lo que no ve, y que su razón, sana y despierta, le dice que no existe, pero que por haber sido visto por el caballero es una realidad para el villano; sin aspiraciones de hombre de Estado, pero dispuesto a poner en práctica al serle conferido un puesto político cuanto oyó que allí debía hacerse de boca de aquel a quien gustosamente estaba subordinado; hombre, en fin, que sabía que existía el genio y que no aspiraba a serlo, pero que aportaba a la labor política el gran caudal de buen sentido que su clase había acumulado en siglos de contacto con la realidad y de resolver problemas asequibles a sus conocimientos."
Y es que la ínsula Barataria está ahora llena de okupas.
Hasta mañana, si Dios quiere.
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