Yo no lo quito
1.-La peregrina y el zarrapastroso.
La visita de Benedicto XVI a España para presidir la Jornada Mundial de la Juventud ha dado lugar a un fenomenal despliegue de fotos y videos en la prensa y TV, que ha sido, además de fructífero, muy ilustrativo de lo que padecemos en España. Por una parte, estas imágenes se han hecho para poner en evidencia la fuerza que tienen esos a quienes los analfabetos denominan "laicos" sin conocer el significado de esta palabra. También se han hecho para demostrar lo malos que son los policías que son unos señores a los que pagamos para que la gentuza no nos incordie.
Por otra, han servido para que la gente se entere de que la Iglesia se extiende mucho más allá de nuestras fronteras; y de que también en España hay mucha juventud que no ha perdido todavía sus valores, y que estos valores perduran, a pesar de la intensa labor que se ha hecho en nuestras escuelas, en nuestras Universidades, a través de la prensa servil, de la televisión basura, y de los gobiernos que ha tenido España desde hace más de treinta años, a los que la permanencia de los valores cristianos ha importado un comino, o ha querido triturar con una legislación antinatural y demoníaca.
En España podemos sentirnos orgullosos de una buena parte de nuestra juventud, que es una promesa del mañana. Y podemos declarar con orgullo que "en España empieza a amanecer". Pero una ráfaga de vergüenza también nos alcanza como uno de tantos salivazos que han tenido que soportar algunos peregrinos, algunos extranjeros, para vergüenza de quienes los hemos recibido en nuestra casa.
Una buena imagen de lo que ha sucedido en Madrid es esta foto en la que una joven peregrina se tiene que tapar la oreja para no oir las bestialidades que le dirige un hijo de Satanás, con los ojos desorbitados, y que con sólo verle la cara uno se puede dar cuenta de lo que le está gritando a esta mocita que se refugia besando el crucifijo que le cuelga del cuello.
Ejemplo viviente de lo que espera a los que buscan el camino del bien y de la paz.
Quizás por eso, Benedicto XVI, que no tiene nada de tonto, nos ha hecho vivir en Madrid un Via Crucis espléndido haciendo desfilar ante todos nuestras mejores imágenes de la Pasión de Cristo, para enseñarnos a todos los creyentes lo que nos espera.
Estamos dispuestos.
2.1-La Iglesia y la Civilización moderna.
A propósito de lo que ha hablado Su Santidad estos dias en Madrid, me vienen a la memoria unas frases escritas por el filósofo italiano Michele Federico Sciacca sobre las relaciones entre la civilización moderna y la Religión Cristiana.
Como estas cosas se llegaron a editar en España en el año 1949, copiamos de su libro:
"Negada la divinidad de Cristo y la redencion, identificado el dogma del Dios-Hombre con una concepción abnorme de la persona humana, se ha acabado por invertir el principio del Dios-Hombre en otro, antitético, del Hombre-Dios. Así, a la religión de Cristo (Dios-Hombre) se ha opuesto la del Anticristo (Hombre-Dios). La teoría del superhombre de Nietzsche es hoy todavía , en efecto, una de las dimnensiones, si no de la filosofía, de la conciencia contemporánea. Invertidos los términos del binomio Dios-Hombre, se sigue por el desprecio de los principios fundamentales de la ética cristiana (caridad, humildad, sumisión a Dios, oración, adoración, etc... Así el reino de Cristo ha sido sustiuido por el reino de Satanás: el Cristo triunfante ha cedido el lugar al Anticristo imperante. El primero vertió sudor de sangre, se hizo crucificar y flagelar por la redención de la Humanidad; el segundo ha requerido tiránicamente de la humanidad toda, lágrimas, sangre y muere sin quedar jamás saciado."
Esa conciencia contemporánea es la que ha venido a sacudir el Santo Padre en esta Jornada Mundial de la Juventud.
3.-La prensa de carril.
Ahora ya sabemos quien es el responsable de todo lo que ha ocurrido.
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