Cuando éramos ricos

Yo no lo quito

Hoy nos trae la prensa unos titulares, diríamos que escandalosos, si no fuera porque sabemos que nos esperan tiempos de ayuno y abstinencia. No tenemos ningún derecho a bromear sobre esta cuestión por el respeto que nos merecen los más de cinco millones de parados que luchan por sobrevivir, muchos de ellos con la ayuda de sus padres y abuelos. O sea, de la familia. Si, eso que tanto odia la zarrapastra y que pretende destruir para convertirnos a todos en ciudadanos del imperio zarrapastroso. Tampoco podemos olvidarnos de la labor que hace Cáritas para asistir a los necesitados. Otra de las instituciones que odia la zarrapastra. Ya lo saben: "teníamos que haber matado a más curas y quemado más iglsias" como ha declarado una "tiorra" de esas que ahora están de moda. Veamos alguno de esos titulares:

El caso es que antes había dinero, y ahora ya no lo tenemos. Y la pregunta que todo el mundo se hace es: ¿A donde fué a parar el dinero cuando se afirmaba que hablar de crisis era antipatriótico?. Pues para saber algunos de los caminos por donde se ha escapado nuestro dinero, no hay más que consultar el BOE, que es un diario que pocos leen.

Por eso hemos acudido al BOE de 12 de agosto del año pasado (cuando los sociatas ya habían sufrido la primera derrota del 22 de mayo, y Zapatero decidió ir a unas elecciones generales), por el que podemos enterarnos de las subvenciones que el gobierno zapateril iba asignando generosamente con ese dinero que, como todo el mundo sabe, no es de nadie. Y nadie somos  nosotros. Veamos lo que dice:

Y, aunque a ustedes les cueste creerlo, quedan dos páginas más que por pereza no incluimos en este Alimoche, pero si les interesa, ya saben que hay que buscar el BOE de 12 de agosto de 2011.

Esta ha sido la labor que el gobierno zapateril ha realizado con el presupuesto nacional y que ahora tiene que enmendar el pobre Mariano. Zapatero está muy orgulloso de su labor a lo largo de su legislatura. Ahora está en el Consejo de Estado y su madrina ha sido la vicepresidenta a Teresa Fernández de la Vega, a la que vemos, muy jacarandosa, en plena labor de ayuda al continente africano

Y es que no nos hemos privado de nada,