Yo no lo quito
1.-Valencia.
Ya falta poco para que Valencia celebre la fiesta de las Fallas. A estas horas los artistas falleros estarán encerrados en sus talleres trabajando para dar realce a estas fiestas. Pero no son los únicos que trabajan para llenar de fuegos las calles de la ciudad del Turia, porque un descerebrado ha gritado (deberíamos decir que ha rebuznado) que piensan incendiar las calles de Valencia si no les hacen caso.
Todo ello responde a la estrategia de Rubalcaba, que ha dicho claramente eso de que los socialistas tienen que salir a la calle. Salir a la calle para aterrorizar a los timoratos y ganar de este modo lo que les niegan las urnas. Y ello para enfrentarse a la "revolución conservadora" que promueve Mariano "el Terrible". Hace pocas horas invitaba a sus secuaces a que repasaran las nóminas de febrero para estimular sus afanes incendiarios.
En vista de lo cual, la próxima Fallera Mayor tendrá que ser ésta:
Y eso se debe, según Rubalcaba, a que "la derecha ha recuperado un lenguaje viejo y agresivo". Frente a esta situación, la receta del pacífico, moderado, razonable y confiable Rubalcaba es la es tomar la calle porque sabe que en el Parlamento va a perder siempre. Y por eso se ve "obligado" a utilizar las viejas armas.
O sea, las de siempre. Las que veíamos cuando éramos niños y ahora se repiten. Y es que, como decían los latinos: "Nihil novum sub sole". Claro que los jóvenes de ahora no saben latín y estas cosas les cogen de nuevas.
2.-Memoria Histórica.
Para refrescar la memoria no hay nada mejor que buscar en las hemerotecas. Las hemerotecas tienen una memoria de hierro. Por eso traemos a esta página esta noticia que daba el diario ABC del 10 de diciembre de 1933.
Sin embargo, aunque conocemos lo que ocurrió en octubre de 1934, no nos acordamos de lo que pudo ocurrir en diciembre de 1933. ¿Qué había ocurrido en España para que se declarase el estado de guerra? Pues muy sencillo, que esta vez en el mes de noviembre anterior, en las elecciones habian ganado las derechas.
Catorce muertos, siete de la fuerza pública, en "sucesos" (al fin y al cabo no eran nada más que eso,sucesos) y diez petardos en Madrid.
La diputada republicana Clara Campoamor había conseguido el voto femenino. Voto al que se habían opuesto los socialistas porque sospechaban, y con razón, que la educación religiosa que muchas mujeres de entonces habian recibido, las llevaría a votar a la derecha. Y eso es lo que ocurrió.
También decia lo mismo La Vanguardia de ese día.
Esta es la técnica de Rubalcaba. En estos momentos con menos muertos, pero en el fondo lo más "democrático" que esta gente sabe hacer.
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