Yo no lo quito
Son dos conceptos que conviene no confundir. Y como se trata de un asunto reciente del que este Alimoche habló hace pocos dias, nos ha parecido oportuno volver sobre este tema porque hace poco la Real Academia de la Historia ha tenido que ver, por vez primera en sus trescientos años de existencia, como se formaba una manifestación de protesta frente al edificio que ocupa, y que preside don Gonzalo Ares.
El motivo de la protesta es la aparición de la última entrega del Diccionario Biográfico Español. Y si quieren saber qué es lo que se pide les diremos que la desaparición y quema de los veinticinco ejemplares de esta obra con la que la Real Academia de la Historia pretende igualar a las mejores obras de Oxford. O sea como la Inquisición, pero en el siglo XXI.
Casualmente, en esta última entrega se habla del enfrentamiento entre los generales Francisco Franco y Vicente Rojo en el que se pone a este último como desleal, chaquetero, cobarde, negligente y mal estratega. A tanto nunca habíamos llegado en El Alimoche. El autor de este capìtulo en un sacerdote, Angel David Martin Rubio, Profesor de Historia de la Iglesia en el Instituto Superior de Ciencias de la Iglesia y en otros organismos universitarios como el CEU.
El sacerdote escribe sobre las preferencias políticas del militar:"Conviene resaltar que se le ha vinculado a la conservadora Unión Militar Española (UME) una de las organizaciones que más activamente participó en la preparación del alzamiento militar" De este tema del que ya dimos cuenta en las páginas del Alimoche hace unos dias, no dice nada la biografía escrita por su nieto José Andrés Rojo que afirma constantemente el respeto a la "legalidad republicana" de su abuelo. Y no vamos a insistir en ello porque, al fin y al cabo, el autor de su biografía es el nieto del general. Esta biografía se editó en España por la Editorial Tusquets y se le concedió el XVII Premio Comillas de Biografías Autobiografias y Memorias, por un tribunal constituido por Jorge Semprun, Miguel Angel Aguilar, Santos Juliá, Enrique Krause y, representando a la Editorial Antonio López Lamadrid. Creemos que esta relación de intelectuales no necesita presentación.
Lo que indigna a los políticos de esta partitocracia es que el sacerdote justifica el Alzamiento Nacional y asegura que la Segunda República fué un "golpe de Estado", cosa que molesta extraordinariamente a muchos. Y si no fué un golpe de Estado, ya me dirán ustedes qué es lo que pintan en este Cartel dos militares que se sublevaron en Jaca cumpliendo órdenes del Comité Revolucionario que había salido del Pacto de San Sebastián, y por qué motivo Queipo de Llano y el aviador Ramon Franco tuvieron que salir de Cuatro Vientos para Portugal cuando todavía Alfonso XIII no había abandonado la corona.
Y es que en la mente del rojerío estos dos militares si fueron leales al gobierno " legalmente establecido".
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