Odio

Yo no lo quito

1.-Los hijos de Soraya.

Hace años, alguien me dijo que: "la verdad es como la m,,,,, porque siempre flota". Pero hay gente que vive y se aprovecha tanto de la mentira, que no llega a darse cuenta de esto. Y apenas han transcurrido unos dias para que toda la verdad de la  llamada "Primavera valenciana" haya salido a la superficie. Y muchas otras verdades tendrán que salir a flote. Es cuestión de tiempo.

Pero a veces la mentira es hasta divertida. Y esto es lo que le ha ocurrido a la portavoz socialista Soraya Rodriguez que, enfrentada a su paisana la otra Soraya, ha declarado que los manifestantes de la Primavera valenciana no eran: "nuestros enemigos, sino nuestros hijos".

Declaración que ha producido comentarios jocosos al conocerse las fotos que la prensa ha publicado de la actuación de los policias antidisurbios, Una de ellas es ésta

o esta otra se donde podría deducirse que la señora Rodriguez ha sido muy precoz en eso de criar hijos. A los que, por cierto, hace falta mucha educación de esa que nos enseñaron a nosotros.



2.- La cultura del odio.

Cualquiera de las cosas que ocurren ahora tiene su antecedente en los años 30. Incluso antes; pero los que tuvimos ocasión de vivirlo entonces, no podemos menos que recordar las cosas de nuestro pasado. Por ejemplo, esto se escribía en los periódicos zarrapastrosos:

Para conseguir la revolución era preciso despertar en el "mundo de los trabajadores" lo mejor de sus sentimientos. O sea, el odio. Y ya se sabe que el mundo de los trabajadores les perteneca. O sea, de la izquierda que son los únicos que trabajan mientras el resto de los españoles se rasca la tripa.

Y esto vuelve a repetirse por parte de los que todavía no quieren enterarse de que el pueblo que vota los ha reducido a escombros. Por eso regresan a las viejas tácticas. Y una de las frases más ridículas que hemos oido es esa que decía que "nuestros abuelos aplastaron a Franco", sin haberse enterado a estas alturas de que Franco había muerto en la cama.

Y eso es lo que les duele.

3.- Vaciedad.

He aquí una bonita estatua con fondo mediterráneo.

Bonita estatua, en verdad. Pero nos sugiere la idea que hay hombres que parecen tener la vida muy llena, pero que están vacíos por dentro. Parecen ser felices porque tienen cartera, pero les falta el corazón y las entrañas y su actividad les bloquea. Creen tenerlo todo pero no tienen nada. Se mueven mucho pero no llegan a. nada Viven desdoblados, pero no llegan a nadie. Son como estatuas.

Ahora que entramos en tiempo de cuaresma es momento para mirarnos por dentro, despacio, lentamente, para no quedarnos tan vacios como en la foto.