Yo no lo quito
1.-Cantares.
"Quien canta, su mal espanta" dice un refrán español. Y si el que canta sabe hacerlo y tiene buen gusto, no se debería prohibir a nadie que cantase. Al fin y al cabo, el canto forma parte de la liturgia de muchas religiones, y en la nuestra aparece, nada menos que en la Biblia, un libro dedicado a la canción religiosa, que se conoce como el libro de los Psalmos; palabra griega que quiere decir canto y que traduce a dos hebreas que significan lo mismo, y son Shir y Mismor. El shir se cantaba a palo seco, y el mismor se cantaba con acompañamiento de instrumentos musicales de la época.
Luego apareció el canto gregoriano del que tenemos constancia lo mismo en el "Veni creator" de aquel fraile del monasterio de Fulda que se llamaba Rabano Mauro, que en el "Vexilla regis prodeunt" de Venancio Fortunato. Los monjes de Silos nos han dejado unos discos donde podemos oir sus cantos. Cantos que nos ayudan a espantar nuestros males.
Pero cuando en el canto se mete la política,la cosa cambia. Por ejemplo, si queremos cantar La Internacional, habrá que aclarar cual de las tres internacionales se canta. Cuando éramos niños se cantaba aquello de:
" Arriba, parias de la tierra.
En pié famélica legión..."
pero eso ya está pasado de moda, y los socialistas cantan:
"Arriba los pobres del mundo,
En pié los esclavos sin pan..."
lo que no nos extraña porque no creemos que, por ejemplo, al opulento socialista José Bono le apetezca mucho eso de llamarse "paria de la tierra". Ni tampoco creemos que, por mucha cara dura que tenga (y es notorio que la tiene), al orondo "padrino" del sindicato socialista, que frecuenta en Madrid restaurantes a los que a nosotros ni se nos ocurriría pisar, vaya por el mundo haciéndose pasar por "famélico". Vamos, digo yo.
O sea, que no conviene crearse problemas. Que es lo que le acaba de ocurrir a la pareja Serrat-Sabina.
A estos dos les acaba de ocurrir que han sido muy criticados por haber ido a Israel a un recital de canciones. Ellos, que siempre se han mostrado amigos de los palestinos y enemigos de los hijos de Israel. A lo que han argumentado que quienes les había invitado no ha sido el Estado de Israel, sino sus amigos sudamericanos de origen judío que habitan en Ramallah.
De Serrat habría que recordar que cuando empezaba a triunfar, la TV española le invitó a cantar representando a España en el festival de Eurovisión, y como él había empezado a cantar en catalán con aquello de la canción protesta, se sintió obligado a rechazar la invitación porque tenía que cantar en español. Esto ocurría en el año 1968. Y a él tuvo que sustituirle Massiel que preparó la canción en algo más de una semana y,además, ganó el primer premio.
Por eso en Cataluña se empezó a llamar a Massiel "La vache qui rit" (la vaca que ríe), y a Serrat "La vaig cagar" (La cagué).
Pues bien, aquel que se negaba a cantar en español empezó a darse cuenta de que le convenía hacerlo, y pronto argumentó que, al fin y al cabo, era la lengua de su madre, que era aragonesa, aunque su padre era un anarquista catalán. Y no creemos que en Ramallah el duo Sabina-Serrat haya cantado muchas canciones en catalán.
Y es que uno tiene perfecto derecho a cantar lo que quiera, y en el idioma que quiera. Pero eso de politizar la canción tiene sus inconvenientes.
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