Los políticos

Paseando por el Blog titulado "Vistazo a la prensa", lo que constituye para mí un placer inmerecido, puedo leer un escueto comentario que D. Miguel Rivilla San Martin dedica a los políticos. Comentario que reproduzco íntegro.

"Muy benevolente el barómetro del CIS para con la clase política, al decir de ella que es "objeto de preocupación".

Por la casta política que nos desgobierna, el sufrido pueblo español arrastra toda clase de problemas y males, sin solución de continuidad.

La mayor parte de ellos son perfectamente prescindibles. Sin ellos el pueblo se entiende mejor, hay más armonía, paz y entendimiento, y hasta mayor prosperidad.

Los enfrentamientos, desigualdades e insolidaridad entre españoles se deben a ellos. En general, son personas mediocres, metidos a políticos, al carecer de otro horizonte vital, no son modelos de identificación para los ciudadanos por sus corruptelas, su partidismo y su falta de miras nacionales y globales. Por su absentismo, cobardía, privilegios y poco trabajo no merecen el alto sueldo que ellos mismos se fijan.

Pues tiene razón el reverendo. Toda la razón. En lo único que discrepamos en el tono mesurado con que habla de ellos. Y es que uno en el ambiente en que se mueve puede constatar no que la gente esté preocupada por causa de ellos sino que, además, suele dedicarles palabras muy deshonestas que harían enrojecer a un cabo de cuadra.

Por eso, así como a Franco se le adjudicaba el título de Caudillo, y a un Emperador de Bizancio se le impuso el nombre de Constantino Coprónimo (Constantino mierda) porque al someterlo al bautizo de inmersión el nene se hizo caca en la pìla o piscina bautismal, a Zapatero, y a muchos de los suyos, bien podríamos poner el mismo sobrenombre que, además, hasta suena bien. Zapatero Coprónimo, no está mal ¿eh?.