Yo no lo quito
Ayer hablábamos del boicot que la alcaldesa de Barcelona Ada Colau le organiza a la fiesta de la Virgen de la Merced, Patrona de Barcelona. En realidad no es a la fiesta, sino la Virgen conocida en Barcelona como Mare de Deu de la Mercé, bajo cuya advocación dos frailes catalanes crearon la Orden de la Merced para rescatar a los presos que ocupaban las mazmorras de los berberiscos. Estos dos frailes eran San Pedro Nolasco y San Raimundo de Penyafort, en cuyo nombre se concede a ciertos juristas la cruz de San Raimundo de Penyafort. Por cierto que el castillo de Penyafort está en el camino de Barcelona a Tarragona en un lugar que se designa como Santa Margarita i Monjos. San Raimundo está enterrado en la catedral de Barcelona.
Y una de esas cosas curiosas que se ocurren en esta España que dicen ser una democracia es el hecho, para muchos desconocido, de que esta Orden es una de las creadas en tiempos de Franco, en el año 1944, siendo Ministro de Justicia el catalán don Eduardo Aunós Pérez; si bien ello no es obstáculo que nuestros juristas antifranquistas luzcan orgullosamente esta condecoración como podemos ver en esta imagen en la que aparecen Cándido Conde Pumpido y Francisco Caamaño Dominguez luciendo sin el menor empacho esta condecoración franquista.
Estas realidades nos conducen a una reflexión sobre la oportunidad que tiene en estos momentos la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por cierto condecorada con esta cruz, de aclararnos a nosotros, pobres ignorantes, si Raimundo de Penyafort era o no era franquista. Y decimos Manuela Carmena porque ya sabemos que Ada Colau no posee esta preciada condecoración.
En cambio, quien sí la posee es el exministro socialista de Justicia Juan Fernando López Aguilar, quien no solamente la ha exhibido, sino que se ha hecho un autorretrato al óleo en el que aparece con el gran collar de la orden de San Raimundo de Penyafort, a quien tendrá que pedir auxilio en estos momentos cuando el Tribunal Supremo lo está imputando por un delito de maltrato a su mujer, apoyándose en una ley aprobada cuando él era ministro del ramo.
¿Será verdad eso de que Raimundo era franquista..? Pues como decía aquel: "Que Dios ponga donde no haiga".
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