miércoles, 12 de marzo de 2014

Otras "victimas" del 11-M

Yo no lo quito


Hoy no tiene uno muchas ganas de escribir, pero va a hacerlo en atención a nuestros lectores. Porque se ha dado cuenta de que ayer entraron en El Alimoche hasta 36 personas para leer lo que aquí escribíamos hace dos años en nuestra página titulada "El 11-M".

En aquella página aparecian las fotos de todos los que fallecieron en el atentado y elevábamos nuestra oración por ellos. Hoy vamos a hablar de otros que han sido "victimas" de este hecho criminal, aunque lo de víctimas lo escribimos entre comillas. Porque el dedo de la Historia los ha señalado para que nuestros nietos y bisnietos sepan bien a qué clase de gente nos estamos refiriendo.

El primero, que ahora sigue revolviéndose contra los llamados "conspiranoicos", es un conocido periodista.. La verdad es que no nos acordábamos de él, y ahora "resucita" en la prensa para arremeter contra todo aquel que no está dispuesto a dejar en el olvido la inmensa mentira que se ha estado construyendo para ocultar la autoría del 11-M. Ya pueden imaginarse que estamos hablando de Iñaki Gabilondo, el hombre que juaba y rejuraba que el autor, o uno de los autores, llevaba tres pares de calzoncillos que, según contaba, es lo que llevan los asesinos islamistas cuando van derechos al suicidio para atacar a los infieles.


El mismo que recibió la consigna, antes de las elecciones, de crear tansión, y de lo que todos pudimos enterarnos porque el micrófono estaba abierto y los protagonistas no se habian dado cuenta. Y, gracias a ello, aquella tarde del dia 12 de marzo de 2004, este Asno pudo ser testigo de la manifestación que se organbizó y a la que acudieron miles de barceloneses, entre los que podía verse a niños que salian organizados de sus colegios llevando en la mano unas palomitas recortadas en papel o cartulina blanca. Una manifestación "por la paz" en la que dos asistentes, que eran los dputados del PP Piqué y Rodrigo Rato tuvieron que escapar protegidos por sus guardaepaldas para que no los linchasen, en un aparcamiento del centro de Barcelona.

La otra víctima a que nos referimos es el juez Gomez Bermúdez, que también ahora sale a a prensa. Sobre él la Historia cargará la responsabilidad de la sentencia por la que fué condecorado por el Ministerio del Interior por su eficacia para desentrañar el atentado y castigar a los autores.


Y es que el Juez Gómez Bermúdez ha recibido de manos del que fué Ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, tres medallas en el término de dos años; una cruz al mérito policial con distintivo rojo pensionada de por vida, una medalla al mérito penitenciario y otra medalla al mérito policial.  De ello ha surgido una denuncia que entiende que los jueces y fiscales están sometidos a la ley de incompatibilidades  que establece que "ningun funcionario pueda desempeñar actividad alguna, - la concesión y recepción de medallas lo es- que pueda menoscabar su independencia o imparcialidad en el ejercicio de su función".

La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos obliga a los jueces a abstenerse de toda actividad que pueda permitir poner en duda su imparcialidad. Además, aceptar premios de los intervinientes en los procesos sin duda "pone en tela de juicio la completa imparcialidad del juez".

Cualquiera que sea el juicio que haga la Historia de estos dos personajes, es indudable que ya están señalados por su dedo y por este motivo se les puede considerar como "víctimas" del 11-M. Por cierto que este Juez, que estaba casado en segundas nupcias  con la periodista Elisa Beni, que escribió el libro titulado "La soledad del Juzgador" y que defendió la actuación de quien fué su marido a lo largo del juicio del 11-M, ha tenido que romper su matrimonio.








lunes, 10 de marzo de 2014

La Historia y la "Memoria histórica"

Yo no lo quito


Son dos conceptos que conviene no confundir. Y como se trata de un asunto reciente del que este Alimoche habló hace pocos dias, nos ha parecido oportuno volver sobre este tema porque hace poco la Real Academia de la Historia ha tenido que ver, por vez primera en sus trescientos años de existencia, como se formaba una manifestación de protesta frente al edificio que ocupa, y que preside don Gonzalo Ares.

El motivo de la protesta es la aparición de la última entrega del Diccionario Biográfico Español. Y si quieren saber qué es lo que se pide les diremos que la desaparición y quema  de los veinticinco ejemplares de esta obra con la que la Real Academia de la Historia pretende igualar a las mejores obras de Oxford. O sea como la Inquisición, pero en el siglo XXI.

Casualmente, en esta última entrega se habla del enfrentamiento entre los generales Francisco Franco y Vicente Rojo en el que se pone a este último como desleal, chaquetero, cobarde, negligente y mal estratega. A tanto nunca habíamos llegado en El Alimoche. El autor de este capìtulo en un sacerdote, Angel David Martin Rubio, Profesor de Historia de la Iglesia en el Instituto Superior de Ciencias de la Iglesia y en otros organismos universitarios como el CEU.


El sacerdote escribe sobre las preferencias políticas del militar:"Conviene resaltar que se le ha vinculado a la conservadora Unión Militar Española (UME) una de las organizaciones que más activamente participó en la preparación del alzamiento militar"  De este tema del que ya dimos cuenta en las páginas del Alimoche hace unos dias, no dice nada la biografía escrita por su nieto José Andrés Rojo que afirma constantemente el respeto a la "legalidad republicana" de su abuelo. Y no vamos a insistir en ello porque, al fin y al cabo, el autor de su biografía es el nieto del general. Esta biografía se editó en España por la Editorial Tusquets y se le concedió el XVII Premio Comillas de Biografías Autobiografias y Memorias, por un tribunal constituido por Jorge Semprun, Miguel Angel Aguilar, Santos Juliá, Enrique Krause y, representando a la Editorial Antonio López Lamadrid. Creemos que esta relación de intelectuales no necesita presentación.




Lo que indigna a los políticos de esta partitocracia es que el sacerdote justifica el Alzamiento Nacional y asegura que la Segunda República fué un "golpe de Estado", cosa que molesta extraordinariamente a muchos. Y si no fué un golpe de Estado, ya me dirán ustedes qué es lo que pintan en este Cartel dos militares que se sublevaron en Jaca cumpliendo órdenes del Comité Revolucionario que había salido del Pacto de San Sebastián, y por qué motivo Queipo de Llano y el aviador Ramon Franco tuvieron que salir de Cuatro Vientos para Portugal cuando todavía Alfonso XIII no había abandonado la corona.

Y es que en la mente del rojerío estos dos militares si fueron leales al gobierno " legalmente establecido".

sábado, 8 de marzo de 2014

Las "deudas históricas"

Yo no lo quito


Los que llevamos muchos años peinando canas no podemos menos que sorprendernos ante un concepto que ha aparecido en los últimos años en el lenguaje político español, que es el de la llamada deuda histórica. Y, mira por donde, cada español esgrime, o se cree con derecho a esgrimir, sus derechos a esa deuda. 

Por ejemplo; sabemos que cuando se produjo la invasión romana, éstos se aprovecharon de unas minas de oro situadas cerca de León, conocidas como "Las Medulas", y se llevaron toneladas de oro hispánico removiendo aquellas tierras. Pero a nadie se le ha ocurrido pedir al gobierno italiano que nos devuelva ese oro salido de las entrañas de esta piel que antes era de toro, aunque ahora parezca más de conejo con mixomatosis. Y como los romanos no tenian un pelo de tontos, para protegerlas instalaron en la ciudad que ahora llamamos León, el campamento de una de sus legiones, la "Legio VII Gemina" que es la que, justamente, da el nombre a la ciudad de León.

¿Y los fenicios? Estos habian llegado antes que los romanos, y Estrabón nos cuenta que la misteriosa Tartessos estaba llena de ricos minerales y situada en el sur de España cerca de un rio de "fuentes argentíferas". También Herodoto nos habla de un rey que gobernaba una comunidad que florecía en el Bajo Betis a fines de la Edad de Bronce porque su riqueza llegaba de un rio que procedía "de las motañas de plata" y arrastraba gran cantidad de minerales preciosos y no férrosos, como el estaño, el cobre, oro y plata.

Por cierto que ahora nadie sabe como reclamar la deuda histórica de los fenicios.

Por eso, cuando los cartagineses llegaron a España ya tenian noticias de que en España, no solo había oro y estaño en Sierra Morena Y como el comercio era la base de su riqueza, se aprovecharon de los españoles sacando partido de sus descubrimientos. Hasta el punto de que Anibal había llegado a Salamanca y a punto estuvo de conocer las Medulas.


Pero lo que ahora nos tiene preocupados es lo que está ocurriendo en Córdoba donde el rojerío reclama la propiedad de la Mezquita-Catedral, construida sobre los restos de una antigua Iglesia. y que se construyó entre los siglos VII y X bajo el emirato Omeya de El Andalus. Esta Iglesia ha sido propiedad de la Iglesia desde hace ahora mil años, y pasaría a ser propiedad de la Junta de Andalucía. O sea, del pueblo. Con este fin se ha creado una asociación que recoge firmas para enviar a la Unesco  solicitando su apoyo. Huelga decir que entre esas firmas está la de Antonio Gala.

Pues ya que hablamos de Córdoba, a este Asno le viene a la memoria si Cataluña también tiene una deuda histórica con Córdoba, porque en el año 1010 el Conde Ramón Borrell III hizo que sus tropas, que ayudaban al caudillo Suleiman, penetrase en córdoba y sus mesnadas saquearon la ciudad que en aquellos momentos era la más culta de Europa, y el Califato cordobés estaba desapareciendo bajo el empuje de los almorávides..

Habrá que recordárselo al presidente Artur Más. Aunque ya la está pagando en cierto modo, cuando propone que todos los norteafricanos tengan nacionalidad catalana siempre que conozcan la lengua de Pompeu Fabra. Y en Cataluña ya hay unos cientos de miles que son los llamados "nous catalans" (nuevos catalanes), que son una bendición para el fituro. Pero quedan aún los descendientes de los moriscos expulsados en tiempo de Felipe III, que ahora quieren tener los mismos derechos que los sefardíes. Están en el momento más adecuado

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