sábado, 8 de marzo de 2014

Las "deudas históricas"

Yo no lo quito


Los que llevamos muchos años peinando canas no podemos menos que sorprendernos ante un concepto que ha aparecido en los últimos años en el lenguaje político español, que es el de la llamada deuda histórica. Y, mira por donde, cada español esgrime, o se cree con derecho a esgrimir, sus derechos a esa deuda. 

Por ejemplo; sabemos que cuando se produjo la invasión romana, éstos se aprovecharon de unas minas de oro situadas cerca de León, conocidas como "Las Medulas", y se llevaron toneladas de oro hispánico removiendo aquellas tierras. Pero a nadie se le ha ocurrido pedir al gobierno italiano que nos devuelva ese oro salido de las entrañas de esta piel que antes era de toro, aunque ahora parezca más de conejo con mixomatosis. Y como los romanos no tenian un pelo de tontos, para protegerlas instalaron en la ciudad que ahora llamamos León, el campamento de una de sus legiones, la "Legio VII Gemina" que es la que, justamente, da el nombre a la ciudad de León.

¿Y los fenicios? Estos habian llegado antes que los romanos, y Estrabón nos cuenta que la misteriosa Tartessos estaba llena de ricos minerales y situada en el sur de España cerca de un rio de "fuentes argentíferas". También Herodoto nos habla de un rey que gobernaba una comunidad que florecía en el Bajo Betis a fines de la Edad de Bronce porque su riqueza llegaba de un rio que procedía "de las motañas de plata" y arrastraba gran cantidad de minerales preciosos y no férrosos, como el estaño, el cobre, oro y plata.

Por cierto que ahora nadie sabe como reclamar la deuda histórica de los fenicios.

Por eso, cuando los cartagineses llegaron a España ya tenian noticias de que en España, no solo había oro y estaño en Sierra Morena Y como el comercio era la base de su riqueza, se aprovecharon de los españoles sacando partido de sus descubrimientos. Hasta el punto de que Anibal había llegado a Salamanca y a punto estuvo de conocer las Medulas.


Pero lo que ahora nos tiene preocupados es lo que está ocurriendo en Córdoba donde el rojerío reclama la propiedad de la Mezquita-Catedral, construida sobre los restos de una antigua Iglesia. y que se construyó entre los siglos VII y X bajo el emirato Omeya de El Andalus. Esta Iglesia ha sido propiedad de la Iglesia desde hace ahora mil años, y pasaría a ser propiedad de la Junta de Andalucía. O sea, del pueblo. Con este fin se ha creado una asociación que recoge firmas para enviar a la Unesco  solicitando su apoyo. Huelga decir que entre esas firmas está la de Antonio Gala.

Pues ya que hablamos de Córdoba, a este Asno le viene a la memoria si Cataluña también tiene una deuda histórica con Córdoba, porque en el año 1010 el Conde Ramón Borrell III hizo que sus tropas, que ayudaban al caudillo Suleiman, penetrase en córdoba y sus mesnadas saquearon la ciudad que en aquellos momentos era la más culta de Europa, y el Califato cordobés estaba desapareciendo bajo el empuje de los almorávides..

Habrá que recordárselo al presidente Artur Más. Aunque ya la está pagando en cierto modo, cuando propone que todos los norteafricanos tengan nacionalidad catalana siempre que conozcan la lengua de Pompeu Fabra. Y en Cataluña ya hay unos cientos de miles que son los llamados "nous catalans" (nuevos catalanes), que son una bendición para el fituro. Pero quedan aún los descendientes de los moriscos expulsados en tiempo de Felipe III, que ahora quieren tener los mismos derechos que los sefardíes. Están en el momento más adecuado

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