lunes, 15 de agosto de 2011

Los genes



Yo no lo quito


Anteayer hemos podido leer en la prensa una noticia a la que muchos no darán ninguna importacia porque se trata de algo ya sabido, o supuesto, de nuestra clase política. La noticia es ésta:


El caso es que Cristina Narbona va a ocupar un puesto de consejera. o asesora, en materia económica del aspirante a la presidencia del gobierno o, al menos, a la secretaria General del PSOE al que ya muchos denominan Alfredo P.

En verdad Cristina Narbona no es ninguna analfabeta (no como otras que por pudor no nombramos) porque es una mujer que ha estudiado a medias entre España y Roma. Y fué en Roma donde se licenció en Económicas, doctorándose más tarde creemos que en la Universidad de Sevilla, donde luego ejerció de profesora aunque no estamos muy seguros de ésto.
El hecho de haber estudiado en Roma se debió a que su señor padre era periodista de la Televisión Española, y su señora madre trabajaba en el diario Pueblo. Ambos, destacados en Italia. Por este motivo no tiene nada de particular que el padre fuera condecorado por el Gobierno de Franco en 1951. Luego la hija se afilió al PSOE y ha llegado incluso a ser Ministra de Medio Ambiente cuando este ministerio existía, bajo gobierno de los socialistas. Desde luego, es enemiga de las centrales nucleares como buena ministra de Medio Ambiente.

 Ahora bien, lo que al Asno de Rotterdam le intriga es saber si existe algún gen que determine el porvenir de los "nascituri" porque este gen se transmita de padres a hijos, como sucede con algunas enfermedades. Así ocurre que unos políticos, de la ideología que sea, engendran hijos también políticos aunque sea de una ideología contraria a la de sus padres. Esto, a un padre no político le debería sentar como un tiro, pero a los políticos no les preocupa. Incluso uno cree que hasta les enorgullece.

La endogamia era un fenómeno que se daba mucho entre los militares, por razón de sus destinos. Además es frecuente que los militares engendren hijos también militares. Un amigo mío me contaba hace años que en Ifni estaba destinado su padre como Comandante de un destacamento, y allí vivian los padres con los dos hijos; él y su hermana. También estaba en el destacamento un Oficial de Regulares con unos cuantos indígenas y, claro, el Oficial de Regulares se casó con su hermana. Este aislamiento forzado de muchos destinos militares originaban esta endogamia, y suponemos que los genes militares también se transmitían de padres a hijos. 

También ocurre que hay gentes que carecen por completo de ese  gen político-social (por llamarlo de algún modo), y no aceptan un cargo político así los maten. Y esto le ocurrió al hermano de mi bisabuelo. Y debió ser a causa de la batalla de Alcolea. No se rian, porque la cosa no tiene nada de gracia.




El caso es que en la batalla del puente de Alcolea, que se dió en el año 1868. el bisabuelo Manuel tomó parte en aquella batalla entre Serrano y Pavía (este Pavía era el Marqués de Novaliches, y no el otro Pavía del que todos hablan) y al terminr los combates, se reunieron los soldados y los oficiales, y el bisabuelo se dió cuenta de que había estado luchando, sin saberlo, contra sus dos hermanos, a los que, gracias a Dios, no les había ocurrido nada malo.

El caso es que uno de los dos hermanos solicitó el retiro de Comandante, y se quedó en Córdoba donde vivía con su esposa y con una hija, por cierto, muy bonita, a la que en casa llamaban tia Lola.

Al cabo de unos años el Comandante retirado recibió una invitación que le hicieron los políticos de entonces para ocupar el puesto de concejal del Ayuntamiento cordobés. Cuya invitación  rechazó argumentando que "sus medios económicos no le permitírían representar la concejalía con la dignidad requerida para el caso". Y es que era un soldado, pobre como buen soldado, y digno como un caballero.

Vamos, Igual que ahora.

Pero la pregunta de los genes sigue en el aire.


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