domingo, 8 de febrero de 2015

La estulticia nacional

Yo no lo quito


Huelga decir que estamos inmersos en plena campaña electoral, y que todo esto va a durar unos cuantos dias mas durante los que vamos a estar oyendo los "argumentos" de los partidos que se disponen a mandar en España si consiguen esa mayoría a la que todos aspiran. Decimos "mandar" , pero no "gobernar", porque de eso nadie habla. Y un brillante ejemplo de lo que decimos lo constituye el último argumento del representante del Partido Socialista, Pedro Sanchez que ha proclamado ante los oyentes del úlimo mítin que  :"nadie nos va a ganar en ganas de derrotar al Partido Popular", porque de eso es de lo que se trata. Y semejante argumento nos recuerda aquella frase de Bismark que reproducimos aquí


El canciller Otto von Bismark hablaba de la España del siglo XIX, porque el creador de la nación alemana murió en el año 1898; o sea, antes de naciera el Siglo XX.

Sobre la España del Siglo XX, otro personaje que se llamaba Francisco Franco, llegó a decir en las Cortes españolas  el 22 de noviembre de 1966 la siguiente parrafada:

"Recuerden los españoles que a cada pueblo le rondan siempre sus demonios familiares que son diferentes para cada uno. Los de España se llaman espíritu anárquico, critica negaiva, insolidaridad entre los hombres, extremismo y enemistad mutua. Cualquier sistema político que lleve en su seno el fomento de esos defectos, la liberación de esos demonios familiares españoles, dará al traste, a la larga o a la corta, mucho más probablemente a la corta que a la larga, con todo progreso material y con todo mejoramiento de la vida de nuestros compatriotas".

Aquí nadie habla de cual es su programa. Nadie se atreve a prometer nada porque desde que empezó esa cosa que llaman "democracía" y que mucha aspiran a convertir en República Federal, han ocurrido en España tantas cosas, que nadie se atreve a hablar de ellas porque sería como mentar la soga en casa del ahorcado.

Por eso sorprende leer en el diario El Punr-Avui del dia de hoy, 8 de febrero de 2015, el siguiente titular que traducimos: "Hacienda no debe dar miedo, sino ser atractiva"



Y esto lo dice un periódico financiado por la Generalidad de Cataluña en unos momentos en que se están haciendo esfuerzos titánicos para la creación de la Hacienda catalana. Y se lo cuentan a los catalanes que están viendo como el anterior Presidente Jordi Pujol está siendo sometido a juicios con toda su familia, a la que posiblemente también tendrán que acompañar el actual Presidente Artur Mas y el todavía alcalde de Barcelona  XavierTrias.

¡Pais este..!






viernes, 6 de febrero de 2015

Notas para la Historia de la Artilleria

Yo no lo quito


El próximo día 1 de marzo se van a cumplir los 93 años del empleo de la artillería autopropulsada en el Ejército español. Lejos ya aquellos tiempos en los que la Artillería exhibía sus "brillantes escuadrones" cuando sus unidades desfilaban por las ciudades causando la admiración de los que contemplaban su paso en columnas con carros a retaguardia, unas veces al paso y otras al trote.  Aquellos lejanos tiempos que los nuevos oficiales no han podido conocer, cuando el viejo coronel montaba en su viejo caballo y se ponía al frente de su viejo Regimiento. De aquellos tiempos sólo queda la batería de la Guardia Real en los desfiles por la Castellana, "ultima ratio regum".



Sin embargo, el empleo de la artillería autopropulsada, tan normal ahora, no es tan moderno como muchos piensan, porque en el ejercito español tuvo su primera actuación el dia 1 de marzo de 1922, o sea, hace 93 años.

Y esta historia empezó en el año 1919, un año después del final de la Guerra del 14-18, en la que los carros de combate desempeñaron un papel muy importante. Y por este motivo, España decidió comprar algunas de aquellas unidades de carros que fueron calificados por una comisión de técnicos militares de lo que da fe esta imagen



Consecuencia de ello fué la compra de 22  carros Renault F-17 y 6 carros Schneider CA1. Los carros Renault pasaron a la Escuela de Aplicación de Infantería, y de los 6 Schneider, como eran cañones autopropulsados, se hizo cargo la Artillería y se formó con ellos la primera batería al mando del Capitán, don Carlos Ruiz de Toledo, que ocupó la primera piezaLa segunda la mandaba el teniente don Guillermo Vidal-Quadras Villavecchia, y en la cuarta estaba el teniente Roldan Guerrero

Esta es la imagen del carro Schneider C A 1



y en esta otra se puede ver al general Sanjurjo en Melilla, pasando revista a los  cañones de la Bateria, acompañado por el capitán Ruiz de Toledo






El día 17 de marzo de 1922 el diario barcelonés La Vanguardia daba la siguiente noticia de las operaciones en Melilla sin más explicaciones porque probablemente no las tenía.



El Teniente Vidal Quadras siguió en el Ejército hasta la llegada de la Segunda República, cuando se retiró como capitán por la Ley de Azaña cuando estaba destinado en Barcelona en el Regimiento de Artilleria de Montaña nº1.



La operación por la que fué  felicitado tuvo lugar en la Comandancia de Melilla en el lugar señalado  en el mapa con un rectángulo negro, entre Segangan y Kandussi.

El capitán Guillermo Vidal Quadras se incorporó al ejército nacional y murió en el ataque a Madrid el 7 de noviembre de 1936. Lo que nos obligará a volver a hablar de él.




martes, 3 de febrero de 2015

Don Juan Prim y Prats

Yo no lo quito


Esta última temporada la prensa ha hablado mucho del General Prim y de la forma en que fué asesinado; también se ha utilizado su figura para mostrarlo como un catalán,  nacido en Reus, que dedicó su vida al servicio de España y se distinguió notablemente en la batalla de Los Castillejos lanzándose a caballo sobre el enemigo al frente del batallón de voluntarios catalanes cuyo Jefe, el Teniente coronel Sugrañes, había muerto poco antes. Incluso se ha llegado a suprimir de su retrato la bandera de España en la propaganda independentista del partido de Artur Mas.


  

También conviene recordar ahora aquellos tres jamases de Prim cuando dijo que los Borbones no deberían volver a España "¡Jamás, Jamás, Jamás!", Pero esto eran cosas del Siglo XIX.

En los libros de Historia aprendimos que Prim había mandado una División española que fué a Méjico junto con tropas francesas para instalar allí al que sería futuro emperador de Méjico, Maximiliano de Austria, y que sin esperar el momento del desembarco, se volvió a España dejando allí a Maximiliano y sus soldados franceses, entre los que se encontraba la Legión Extranjera Francesa, cuyos hombres se cubrieron allí de gloria al mando del capitán Danjou.

Pero hay algo de lo que apenas se ha hablado, y es de la presencia del general Prim en la guerra de Crimea, en el año 1854. Y decimos presencia porque allí los españoles se limitaron a observar y tomar nota de lo que estaba ocurriendo.

De la guerra de Crimea, en el siglo XIX, los españoles podrán recordar aquella película que se tituló "La carga de la Brigada Ligera", que protagonizaban el apuesto Errol Flynn y la encantadora Olivia de Havilland



Aquella guerra de Crimea no fué más que una de las innumerables guerras ruso-turcas de que nos habla la Historia; pero en este caso los turcos estaban apoyados por tropas francesas e inglesas que deseaban evitar la salida al Mediterráneo del Imperio Ruso. Incluso habrá quien recuerde el famoso poema de Tennyson en el que se canta el heroismo de los seiscientos jinetes de la Brigada Ligera que cargaron contra el ejercito ruso que con sus fuegos dominaba el "valle de la Muerte", en la batalla de Balaclava.


En la peninsula de Crimea, donde los turcos, apoyados por sus aliados ingleses y franceses,estaban intentando tomar Sebastopol, Prim intervino como observador en compañía de varios oficiales españoles, pudo conocer a personajes como lord Raglan, lord Cardigan, y otros que aparecen en la película, así como al Jefe de las tropas turcas. Pero años mas tarde, Prim se excede en su papel de observador, y en otro frente antiruso, en lo que ahora se denomina Bulgaria, lo que hizo fué intervenir como asesor militar en la campaña del Danubio, y de ello sacó como agradecimiento del sultán Abdul Mejid, para el que había colaborado,  un sable de honor que le entregó personalmente.

Juan Prim y Prats