martes, 3 de febrero de 2015

Don Juan Prim y Prats

Yo no lo quito


Esta última temporada la prensa ha hablado mucho del General Prim y de la forma en que fué asesinado; también se ha utilizado su figura para mostrarlo como un catalán,  nacido en Reus, que dedicó su vida al servicio de España y se distinguió notablemente en la batalla de Los Castillejos lanzándose a caballo sobre el enemigo al frente del batallón de voluntarios catalanes cuyo Jefe, el Teniente coronel Sugrañes, había muerto poco antes. Incluso se ha llegado a suprimir de su retrato la bandera de España en la propaganda independentista del partido de Artur Mas.


  

También conviene recordar ahora aquellos tres jamases de Prim cuando dijo que los Borbones no deberían volver a España "¡Jamás, Jamás, Jamás!", Pero esto eran cosas del Siglo XIX.

En los libros de Historia aprendimos que Prim había mandado una División española que fué a Méjico junto con tropas francesas para instalar allí al que sería futuro emperador de Méjico, Maximiliano de Austria, y que sin esperar el momento del desembarco, se volvió a España dejando allí a Maximiliano y sus soldados franceses, entre los que se encontraba la Legión Extranjera Francesa, cuyos hombres se cubrieron allí de gloria al mando del capitán Danjou.

Pero hay algo de lo que apenas se ha hablado, y es de la presencia del general Prim en la guerra de Crimea, en el año 1854. Y decimos presencia porque allí los españoles se limitaron a observar y tomar nota de lo que estaba ocurriendo.

De la guerra de Crimea, en el siglo XIX, los españoles podrán recordar aquella película que se tituló "La carga de la Brigada Ligera", que protagonizaban el apuesto Errol Flynn y la encantadora Olivia de Havilland



Aquella guerra de Crimea no fué más que una de las innumerables guerras ruso-turcas de que nos habla la Historia; pero en este caso los turcos estaban apoyados por tropas francesas e inglesas que deseaban evitar la salida al Mediterráneo del Imperio Ruso. Incluso habrá quien recuerde el famoso poema de Tennyson en el que se canta el heroismo de los seiscientos jinetes de la Brigada Ligera que cargaron contra el ejercito ruso que con sus fuegos dominaba el "valle de la Muerte", en la batalla de Balaclava.


En la peninsula de Crimea, donde los turcos, apoyados por sus aliados ingleses y franceses,estaban intentando tomar Sebastopol, Prim intervino como observador en compañía de varios oficiales españoles, pudo conocer a personajes como lord Raglan, lord Cardigan, y otros que aparecen en la película, así como al Jefe de las tropas turcas. Pero años mas tarde, Prim se excede en su papel de observador, y en otro frente antiruso, en lo que ahora se denomina Bulgaria, lo que hizo fué intervenir como asesor militar en la campaña del Danubio, y de ello sacó como agradecimiento del sultán Abdul Mejid, para el que había colaborado,  un sable de honor que le entregó personalmente.

Juan Prim y Prats






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