2.-Corrupción en Cataluña. (un poco de Historia)
Cuenta el profesor Elliot en su libro "La rebelión de los catalanes (1596-1640)" una historia que movería a risa si no constituyera un triste ejemplo de como se tratan por estos pagos muchas cuestiones, incluso las más serias.
En el mes de julio de 1623 cayeron en manos de los piratas berberiscos dos galeras catalanas que la Diputación había hecho construir para vigilar las costas y proteger el tráfico marítimo que por aquellos dias estaba amenazado por los piratas procedentes de Argelia y que infestaban el Mediterráneo.
La pérdida de las galeras, con ser grave, no dejaba de ser un riesgo muchas veces inevitable, pero su aprehensión había tenido lugar en unas circunstancias que movieron a escándalo, porque, en vez de dedicarse a la misión para la que habian sido construidas, estaban dedicándose a un transporte de mercancías que en aquel momento pertenecian a la compañía privada de Canoves y Morgades, y facturadas con destino a Sicilia.
Al estar las galeras, no ya cargadas, sino sobrecargadas, no pudieron escapar a la persecución de los berberiscos, y cayeron intactas con toda su mercancía en manos de los asaltantes.
Por si fuera poco, en el seguro de aquella mercancía habian intervenido algunos funcionarios de la Diputación, que esperaban obtener sustanciosos beneficios de la expedición; lo cual señaló el doctor Pujades con indignación que le llevó a escribir:"Deu ho ha permés, puix alli tots hi son lladres..." ( Dios lo ha permitido porque allí todos son ladrones), y eso era un menguado consuelo para "la més infame pérdua que mai se lleigexi de la nació catalana" (la más infame pérdida que jamás se pudo leer de la nación catalana).
La utilización indebida de medios públicos para fines que no le son propios, como puede verse, no es invento de esta època, y menos cuando son políticos catalanes los que andan por medio.
Esto pudo verse también cuando pudimos contemplar en la caja tonta la imagen sonriente del entonces alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, haciendo entrega de la bandera olímpica de Barcelona al Comandante del buque-escuela Juan Sebastian Elcano para que la exhibiera por esos mares en misión de propaganda.
¿Se imagina alguien a un buque de la marina de guerra inglesa enarbolando una bandera semejante?
Pero esto deben ser cosas del cambio.
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