lunes, 28 de abril de 2014

Ceriñola

Yo no lo quito


Hoy, 28 de octubre de 2014, se cumplen 511 años de una de las batallas más importantes ganadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, también conocido como El Gran Capitán, que es una de las figuras más interesantes de la Historia Militar española. Por eso traemos a esta página la imagen del cuadro pintado por Casado del Alisal en la que se puede ver la figura de este gran militar contemplando el cadáver del Duque de Nemours, caudillo de las fuerzas francesas en esta batalla, y buen amigo de Gonzalo que llegó a derramar lágrimas de dolor ante el cadáver de quien en esta batalla  era su enemigo, aunque también otro gran soldado y caballero.





Esta batalla corresponde a la Segunda Campaña de Italia dirigida por el Gran Capitán, porque la primera había tenido lugar a lo largo de los años 1495 y 1496 en las regiones de Calabria y la Basilicata, de las que había echado a las tropas francesas. Terminada esta primera campaña, ya era un militar conocido y respetado, y por eso fué llamado por el Papa para liberar al puerto de Roma, Ostia, de las atrocidades del corsario vizcaino Menoldo Guerri ( Guerra o Aguirre) hombre muy cruel y al servicio del rey de Francia, que había sido excomulgado por el Papa, pero de nada sirvieron sus excomuniones.

Tal era la fama que ya tenía nuestro Gonzalo, que cuando Menoldo se enteró de que iban a por él, respondió:"decidle que se acuerde de que todos somos españoles y que no lo ha con franceses, sino con español, y no castellano sino vizcaino".

Gonzalo llevó a sus tropas a la desembocadura el rio Tiber y se dirigió a sus oficiales con aquel estilo tan suyo de un hombre acostumbrado a mandar. "Londoño, yo sé quien porná (pondrá) mañana primero la bandera en el muro del castillo".

Luego, dirigiéndose a don Alonso de Sotomayor, le dijo: " Señor don Alonso, yo sé quien prenderá mañana a Menoldo".

Aquello terminó con la prisión de Menoldo y la entrega que le hizo el Papa a Gonzalo de la Rosa de Oro.

Pero en esta segunda campaña la situación era bastante desventajosa para Gonzalo porque la tropa francesa era numericamente mucho mayor que la española que, además estaba desabastecida y pobre de recursos ocupando Barletta. Los franceses disponian de una gran fuerza de Caballería y de Artillería, mientras que los españoles se apoyaban fundamentalmente en la infantería

Las tropas francesas /en azul) se distribuian en tres grandes  bloques; en vanguardia dos grandes bloques de caballería pesada de unos 1000 jinetes cada uno al mando del Duque de Nemours: tras ellos un bloque de 3000 piqueros nercenarios suizos mandados por Chadieu. Tras ellos otros 3000 hombres de infanteria gascona y frente a ellos 26 piezas de artillería, Finalmente la caballería ligera mandada por Ivo Alegre


Las españolas, mucho mejor distribuidas, ocupaban una posición dominante y se encontraban muy bien atrincheradas en un terreno de cultivo de viñas. La disposición de las tropas era la siguiente:

1.- Infantería tudesca
2,-Infanteria española (Pizarro y Garcia de Paredes)
3.-.Hombres de armas (Diego de Mendoza y Próspero Colonna)
4.-Artilleria (Pedro Navarro)
5.-Caballeria ligera (Pedro de Paz y Fabrizio Colonna)

La batalla comenzó precisdamente cuando empezaba a caer la tarde. La Caballeria Pesada mandada por Nemours se estrellaba, cada vez que cargaba, contra la infantería española de Garcia de Paredes, mentras la escasa artilleria española de Pedro Navarro, situada en posición dominante, lanzaba sus proyectiles contra aquellas masas de jinetes y de piqueros.

Los artilleros manipulaban con sus mechas y sus bolas de pólvora, cuando al perecer, un artillero italiano dejó caer un reguero de pólvora que produjo el incendio y explosión de una carreta. El campo se iluminó, los artilleros corrieron despavoridos, y toda la linea de soldados se pudo enterar de aquel desastre. Entonces el Gran Capitán dijo a los que le rodeaban que aquello eran las luminarias de la victoria. Y efectvamente, se consiguió la victoria porque cuando la infanteria francesa se lanzó contra la española, fué aniquilada por el fuego de los arcabuceros españoles. Finalmente, Gonzalo retiró a sus arcabuceros y dejó a los piqueros tudescos que termnaran con los gastones de Chadieu, que tambien murió en el combate.

Habia nacido una táctica nueva.




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