Es difícil ponerse a hablar ahora de la bazofia nacional, porque es tanta, que no sabe uno por donde empezar. Pero en este pais, que me resisto a llamar España, existe un tipo de bazofia que se vende en los kioskos de periódicos, y que yo diría que es la bazofia por antonomasia. Porque se compra y hasta se lee, que en este pais hay estómagos para todo. Y del mismo modo que a una mujer "de vida airada" se la denomina "mujer pública", aparte de los calificativos esos que decía Cela, existe un panfleto que también se denomina "Público" para vergüenza de aquellos de los que todavía la conservan. Este "periódico público" es la punta de vanguardia del ataque a la Iglesia Católica, y su amo es un ex-trotskista millonario que tiene, por mal nombre, Roures. Si quieren ver la pinta que tiene, ahí está su imagen, que también es "publica"
Campaña antirreligiosa que no hace más que reproducir lo que la chusma de los años de la República publicaba en aquellos panfletos que se titulaban "La traca", "Fray Lazo","Pentalfa", y otras publicaciones que ahora intento encontrar en Internet para ilustrar mis memorias históricas y que, por un mínimo de decencia, no aparecen por ningún sitio, aunque me consta que existen hemerotecas privadas donde se recopilan algunas de ellaPor eso no es de extrañar que hoy, 22 de marzo de 2010 aparezca esta portada de la "prensa pública".La campaña coincide con el comienzo de la enseñanza de esa asignatura sociata que se titula Educación para la Marranería, donde en algunas escuelas (me lo ha contado una madre cuyos hijos van a una de esas escuelas), a los niños los ponenen corro y les enseñan a masturbarse, les reparten preservativos infantiles, y otras sutilezas.
Reconocemos que en los tiempos de la República todavía no se había llegado a éstas delicadezas. Pero ahora es "lo modelno". Y si los curas son culpables, ¿Por qué no han de serlo los niños? Aquí todo vale. Y hasta hay madres que lo aceptan y se rien de las "antiguas" que se oponen a estas practicas.
Por cierto, que no hace falta que Dios baje a castigarnos. Ya se castigará ello sólo. Y entonces será el llorar y el crujir de dientes. "Tu lo quisiste, fraile mostén, tu lo quisiste, tú te lo ten."
Y perdónenme que lo haya contado, pero creo que tenía la obligación de decirlo.
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