jueves, 13 de mayo de 2010

Felipe



La última de Felipe González ha sido escribir en EL PAIS un artículo en el que elogia la labor de ZP en la Presidencia europea, y sólo le ha faltado decir que Zapatero es el mesías de Europa.




En estos momentos no nos podemos imaginar qué es lo que pretende este individuo, que en varias ocasiones - leido en la prensa- ha puesto a caer de un burro al actual Presidente que tenemos que soportar. Pero como los jóvenes seguramente no recuerdan quien fué este Felipe, les vamos a decir que hace unos treinta años apareció en los mítines socialistas pronunciando unos discursos que nos traían a la memoria los de Cantinflas. Cuando terminaba no sabíamos exactamente lo que había querido decirnos. Y ésto no era solamente una impresión mía; en otros artículos pude comprobar que se referían a ál como un nuevo Cantinflas. Pero.eso sí, el palabreo de Felipe entusiasmaba a las masas que asistían a su discurso, especialmente las mujeres que gritaban enfervorecidas "¡Felipe, capullo, queremos un hijo tuyo!"





Obviamente, Felipe no podía acceder a tantas peticiones ya que estaba casado con la hija de un Coronel Médico del Ejército del Aire franquista. Pero esto no era un obstáculo para su carrera política porque aquella señorita era también progresista. Tanto, que han terminado divorciándose hace poco. Pero este grito de guerra de las mujeres socialistas demuestra que ellas eran partidarias de tener hijos, y no como las de ahora que prefieren el aborto o las píldoras.



Una vez instaurada en España esta cleptocracia, Felipe planteó a su partido en el 28º Congreso del PSOE una renuncia al marxismo, que era una importante parte del bagaje intelectual del PSOE, y a partir de entonces y poco a poco, porque estas cosas ocurren lentamente, el PSOE dejó de cantar La Internacional para empezar a cantar La Multinacional. Y se cargó a Rumasa para entregársela a un tal Cisneros y otros amigos suyos. Y es que Winston Churchill había escrito ya que: "El socialismo es la filosofía del fracaso, credo de igorancia,evangelio de la envidia cuya virtud inherente es repartir las miserias de forma igualitaria". Total, que se pasó de Carlos Marx a Juan March, y ahora lo que el PSOE proclama es el "marchismo" y no el marxismo.







Lo que satisface mucho a Felipe, que ahora se trata con gente de pro, como el magnate Slim, que tiene más millones que pesa











o el presidente Ahmadineyah, otro benefactor de la humanidad, que tampoco es manco.





Por eso en estos momentos en que la teoría de Winston Churchill se repite por segunda vez en España, no podemos dejar de preguntarnos qué es lo que pretende ahora este individuo.




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