Yo no lo quito
No quisiéramos que, al leer estas lineas, alguien pensara que vamos a escribir una mininovela de terror o de fantasía, de esas que ahora se están poniendo de moda, o nos ponen de moda en lo programas de la TV; pero vamos recordar un parrafada que escribió hace algún tiempo un tal Nicholas Murray Butler, presidente de la Universidad de Columbia y de la fundación Carnegie para la Paz Internacional. Decía aquel señor:
"El mundo se divide en tres categorías de gentes; un muy pequeño número que hacen que los acontecimientos se produzcan: un grupo un poco más numeroso que vigila su ejecución y, finalmente, una amplia mayoría que no sabe jamás lo que ha sucedido en la realidad".
Este hombre parece indicarnos que en política no existe la improvisación. A veces parece que , por sus equívocos, sí existe, pero las casualidades son más bien casualidades encubiertas, y aunque en el laberinto de la política,puedan aparecer contradicciones en relación con la coherencia que debería exigirse a los partidos politicos, realmente no existen tales contradicciones, sino que son el complemento de las causas que permanecen ocultas al público, y a las que sólo tiene acceso un pequeño círculo de seres humanos.
Es frecuente que algunas personas intuyan que existe algo más que lo que primera vista se percibe detrás de las grandes lineas maestras que vinculan a las posiciones ideológicas, pero ante la falta de pruebas y evidencias, esas intuiciones se quedan formando parte más del pensamiento que de la evicción.
Y, sin embargo, existe una Historia viva y oculta, muchas veces enfrentada a las versiones oficiales a las que estamos acostumbrados. Se podría argumentar que la Historia se puede narrar desde muchos ángulos, pero de lo que no se nos habla es de la Historia que se calla, de una sucesión de hechos que se trata de silenciar y que se niega, y hasta se reniega, cuando se la pone de manifiesto para intentar explicar las causas de lo que sucede por el juego de las fuerzas que promueven su desarrollo.
Esto ocurre por ignorancia y por impotencia. La ignorancia es el pozo insondable de nuestras lágrimas, y la impotencia se perfila cuando el hombre se enfrenta a los regímenes mundialistas que todo lo planifican en rígidos esquemas de los que es muy difícil escudarse. Son caminos por los que la humanidad camina inconscientemente, pero también inexorablemente, porque han sido trazados, diseñados y acotados por la alta finanza que que rige el mundo, y por las sociedades secretas que, en la penumbra, formulan sus decisiones inexcusables.
En campaña electoral no parece que esté muy animado, ¿Verdad? Pero iré a votar donde me toca hacerlo. Un cordial saludo a nuestros lectores.
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