Tampoco se les puso problemas, porque la foto en cuestión podria servir para la propaganda, y de este modo intentarian que se olvidase la quema de iglesias y matanza de curas, frailes, monjas y católicos barceloneses. Una estupidez, porque aquello no lo podrian olvidar los catalanes, y quizás habría podido servir para ilustrar alguna prensa extranjera, aunque pocos se chupaban el dedo por aquellos lares.
Por supuesto, se trataba de un entierro de verdad, y el interfecto era el Capitán D.Vicente de Eguía y Sagardoy, (gudariak kapitain) de las milicias vascas.
Otro entierro
Pero esta vez el entierro es laico y, además, se produjo tres meses antes de la guerra. Y la Presidencia del entierro es ésta
¿De qué entierro se trata? Pues el entierro de los hermanos Badía, asesinados en la calle de Muntaner esquina a Diputación por unos pistoleros de la FAI. Y se rumorea que pagados por Companys. No se pueden afirmar estas cosas sin pruebas de valor judicial, pero todos los indicios apuntan a que , aunque la acción criminal se debe a unos anarquistas, "el impulso soberano" fué de Luis Companys, que se llevaba muy mal con su antiguo Jefe de Policía.
Había para ello razones de orden político porque Luis Companys era Presidente de Esquerra Republicana, y amigo de los anarquistas, y Miguel Badía era de Estat Catalá y perseguidor de anarquistas.
Obsérvese que en la Presidencia del entierro no están ni Companys ni Casanovas.
Pero había otra razón y es que había una mujer por medio. Una militante de Esquerra Catalana que se llamaba Carmen Ballester, divorciada que mantuvo primero relaciones con Badía y luego con Companys, que se había separado de su primera mujer, Mercedes Micó.
Y para terminar esta historia, tres meses después del asesinato, el 6 de julio de 1936, Companys se casó con Carmen Ballester.
O sea, blanco y en botella...
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