miércoles, 22 de julio de 2009

Gibraltar



Aquí están Peter Caruana, Moratinos y su homólogo británico David Miliband. Al fondo, la silueta del Peñón de Gibraltar.

Y es que Gibraltar (reivindicaciones históricas aparte) es uno de los agujeros negros que tiene la Hacienda española. Un paraiso fiscal para los españoles, junto con Andorra, Suiza, Chipre, Luxemburgo, Liechtenstein y San Marino, por citar solamente los más próximos. Porque paraisos fiscales los hay hasta en Oceanía.

Ocurre que con eso de las crisis económicas que sufren las naciones, la presión internacional contra aquellos paises que disfrutan de secreto bancario, empiezan a surtir efecto. Pero Gibraltar no hace caso, al menos en lo que se refiere a sus relaciones con España. Sí ocurre con Luxemburgo o Andorra, además de otros paises que pueden llegar a un acuerdo sobre doble imposición que incluyen un intercambio efectivo de información y de este modo se ganan el favor de la OCDE.


Pero con Gibraltar, de eso, nada. Porque España, que no reconoce la soberanía de Gibraltar, no puede firmar con ella un tratado internacional. También ocurre que la economía de Gibraltar, donde 28.000 habitantes viven como piojos en costura, se apoya exclusivamente sobre su sector financiero, y su turismo, lo que no ocurre con otros paises.


Si Andorra aprueba un convenio de doble imposición con el Gobierno español, Gibraltar quedará como único paraiso fiscal fronterizo con España. O sea, una especie de imán que puede atraer el blanqueo de capitales españoles. Andorra y Suiza, aunque mantienen el secreto bancario, son más proclives a colaborar en temas graves de blanqueo de capitales, mientras Gibraltar se cierra en banda.


El gobierno de Gibraltar firmó en mayo un acuerdo fiscal con los EEUU . Precisamente, el actual Presidente Obama presentó, en 2006, un proyecto de ley para luchar con los paraisos fiscales entre los que se encontraba, no faltaría más, Gibraltar.

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