La guillotina

Yo no lo quito

La exhibición de una guillotina en unión de otros instrumentos  como el nudo del ahorcado y unos carteles a favor de ETA en un teatrillo de polichinelas, auspiciado por la consejería de Cultura del Ayuntamiento de Madrid para divertir a los niños, ha provocado diversos comentarios en la prensa y otros medios de difusión. A nosotros, tras lo sucedido por orden del juez encargado del caso, nos han interesado los comentarios de varias personalidades de nuestra progresía.

Por ejemplo, a Pablo Iglesias le parece inoportuno castigar a los titiriteros del teatrillo por esta exhibicion, que coarta la libertad de expresión en una obra teatral. Y lo mismo le ha parecido a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Por cierto que esta última ha tenido que aguantar que una conocida monja de la progresía catalanista le haya soltado algunas verdades, quizás porque se hablaba a los oyentes infantiles de matar a curas y monjas.

La izquierda española, aprecia mucho este instrumento de progreso que nunca fué utilizado en España, sino en Francia hasta que en 1981 dejó de utilizarse, porque es un legado de la Revolución Francesa que rebanó cabezas en nombre de la Egalité, la Liberté y la Fraternité.. Y es porque el progreso, tal como ellos lo entienden pasa primero por la guillotina.

La mayoría de la gente a este instrumento de progreso le ha dado el nombre de guillotina  porque cree que su inventor fué el médico Joseph-Ignace Guillotin, lo que no es cierto porque esta máquina ya existia, y Guillotin lo que hizo fué perfeccionarla aumentando el peso de la cuchilla y rectificando  el filo, que hasta entonces había sido curvo como en un hacha. Esta modificación fué aprobada por el Rey de Francia Luis XVI, que pronto tuvo que verificar sobre su persona que aquello "funcionaba",

En todo caso, los responsables de esta idea fueron los franceses que hasta dedicaron un verso al supuesto autor del instrumento de progreso que empezaba diciendo

"Guillotin, médecin, politique

imagine un beau matin 

que pendre est inhumain

et peu pratique..."

Desde el año 1978, cuando dió comienzo la "Santa Transición", este instrumento de progreso ha aparecido ya en varias manifestaciones contra el gobierno, cualquiera que fuera éste, especialmente en las de la izquierda. Por tanto, tampoco es preciso que en los teatrillos se enseñe a los niños la importancia de este utensilio, porque ya se encargan ellos de hacerlo por otros medios.