"Las autonomías nos arrastrarán"
Esta frase la pronunció hace treinta años (quizás algo más) un personaje de la política española que nunca fué santo de mi devoción, pero que demostró la suficiente inteligencia (y otras cosas más que por decoro omito mencionar) para llegar a la fecha de la muerte de Franco habiendo permanecido diez y siete años sin bajarse del coche oficial. Supongo que todos se imaginan que me estoy refiriendo al "camarada" Rodolfo Martin Villa que, en estos momentos debe estar ocupando un cargo nada desdeñable como es la presidencia de Sogecable. Y si no, estará en otro sitio bien remunerado.
Pero no nos hemos puesto a escribir para poner a caldo al camarada Martin Villa, sino más bien para elogiar su inteligencia al diagnosticar hace la friolera de treinta años la situación en que ahora nos encontramos. Porque es ahora cuando está empezando a oirse en todas las emisoras de radio y a leerse en mucha prensa, que como no se aclare el tema de las autonomías, no vamos a levantar cabeza en muchos años. Diez y siete Taifas son demasiada carga para una nación como España. Y muchas limitaciones para la ciudadanía, y muchas imposiciones, las que están impidiendo que este desgraciado pais antes llamado España pueda empezar a lamerse las heridas que ha producido este tingladillo que hemos dado en llamar "democracia", y que no es más que un puerto de arrebatacapas.
Y desde muchos lugares de España está empezando a oirse la necesidad de modificar la Constitución que "los españoles nos hemos dado" en 1978. Han sido necesarios treinta años para que la gente empezara a darse cuenta de la estupidez autonómica de los "patres patriae". Unas autonomias nunca bien definidas y nunca bien delimitadas. Sólo a criterio de la mafia política. Y así nos luce el pelo
Pero una de las cosas que tiene más "gracia" es que esta sociedad que entre todos hemos conformado, y a la que sólo el oir a palabra "militar" le produce urticaria, está manifestando en determinadas encuestas, que las Fuerzas Armadas es una de las instituciones más valoradas. ¡Toma del frasco Carrasco!
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