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Yo no lo quito

1.- Un sindicalista ejemplar.

Un fotógrafo ha podido captar en el aeropuerto del Prat, de Barcelona, la imagen de dos sindicalistas, uno de CCOO y otro de UGT, repartiendo folletos a los turistas que desembarcan en el Prat, mediante los cuales les explican que en España estamos arruinados, y para que hagan presión en sus respectivos paises para que ayuden a los españoles a desembarazarse de Mariano y su PP, que nos están matando de hambre.

La foto es ésta



En primer plano se puede reconocer al "capo" de la UGT catalana, un asturiano nacido en 1956 en Belmonte de Miranda (Asturias), y que se hace llamar por estos pagos  Josep Marìa Alvarez Suàrez. O sea, que los sindicatos, como hemos visto últimamente, han decidido salir del letargo que les ha tenido callados mientras el imbécil de ZP iba creando parados repartiendo dinero y negando que hubiera peligro de crisis.

Pero no es por esta causa por la que lo calificamos de "sindicalista ejemplar", sino porque este individuo constituye un verdadero ejemplo de hasta donde se puede llegar dentro de un sindicato. Es decir, hacer carrera sin necesidad de haber trabajado como un descosido amarrado al duro banco.

Porque este sujeto llegó a Barcelona en 1975, cuando tenía 19 años para trabajar en La Maquinista Terrestre y Marítima (Cec-Alsthom) afiliándose a UGT.

En 1976 se convierte en secretario de acción sindical de esta empresa. O sea, al cabo de un año de empezar a trabajar. No está nada mal.

En 1980 ya es Secretario de Organización de la Federación del Metal de UGT en Cataluña.

Desde su llegada a Barcelona se preocupó por aprender el catalán, ya que en su tierra natal no tenía muchas oportundades para aprenderlo, y en el año 2003 se le concedió el Premio de Honor Lluis Carulla en reconocimiento al  impulso que dió a la lengua catalana en el ámbito sindical.

Quizás por este motivo el asturiano ha dejado de llamarse José y ahora se llama Josep.

Y cuando nos enteremos les explicaremos cual era la especialidad laboral de Josep Alvarez cuando trabajaba en la Maquinista. Mientras tanto, les deseamos que no pasen demasiado calor.