Yo no lo quito
De un tiempo a esta parte se están produciendo unas "salidas del armario" muy interesantes, y que sirven para explicar muchas de las cosas que ocurren por estos pagos. Por una parte van apareciendom unas salidas del armario de homosexuales. Y da lo mismo si son del PSOE como del PP, que de todo hay en la viña del Señor. Por otra están saliendo masones hasta de debajo de las piedras. O sea que aquello de que la masonería no era una sociedad "secreta" sino "discreta", ya ha pasado a la Historia.
El gobierno de Zapatero se empeñó en reconocer públicamente a la masoneria española para restituirle el "honor perdido" durante los años de persecución a que fué sometida durante el franquismo. Y ahí está el caso de su abuelo, ese del que se siente tan orgulloso.
La presencia de masones en los gobiernos de Zapatero parece que está fuera de dudas después de publicarse unas declaraciones del máximo dirigente de la masonería española Josep Corominas que dijo que en uno de los gobiernos zapateriles había hasta ocho ministros masones; y también Ricardo de la Cierva afirmó que el grupo Prisa es un grupo masónico.
Otras fuentes han manifestado que Pérez Rubalcaba, López Aguilar, Teresa Fernandez de la Vega, Solbes, Joaquin Almunia, José A. Alonso, Jesus de Polanco y Juan Luis Cebrián eran o son Masones.
Pero esa vez ha resultado que en un acto de homenaje a Pascual Sala celebrado el 18 de mayo de este año, el ex-ministro de Justicia Fernando Ledesma ha declarado que él mismo es masón, y también compañero de otro masón que es el magistrado Pascual Sala.
Fernando Ledesma
Pascual Sala
Esto sirve para explicar muchas cosas, entre ellas la añoranza socialista de aquella Segunda República española en la que medio hemiciclo eran masones. Y es que esta camarilla tiene una visión ética de las cosas tan deformada que no se dan cuenta de que co manifestaciones como esta lo único que hacen es perder cualquier vestigio honorable que les pudiera quedar.
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