Yo no lo quito
Hace un par de dias hemos leido la noticia del fallecimiento, en Tortosa, del Cardenal don Ricardo María Carles, anterior Arzobispo de Barcelona. Los lectores de El Alimoche que no viven en Cataluña, es muy posible que no sepan de quien se trata, pero los que hemos estado bajo su tutela durante sus años de episcopado, sabíamos muy bien quien era él, y leímos con agrado las homilias que nos dedicaba desde las hojas parroquiales de Barcelona. Y lo menos que podemos decir de él es que le queríamos y sentimos ahora su muerte porque ya no lo tenemos entre nosotros.
Como no nos consideramos los más indicados para dedicarle estas lineas, hemos preferido publicar aquí dedicatoria del Obispo de Tarrasa don José Angel Meneses, que lo despide con estas palabras:
"Como lema episcopal eligió una frase del Evangelio de San Juan:"Ut omnes unum sint".
El Cardenal Carles nos ha dejado. Don Ricardo era un hombre de Dios, que encontraba la fuerza en la oración, que vivía unido a Jesucristo, configurado sacerdotalmente a El. Así lo percibíamos en su vida y su palabra, en su testimonio y en sus escritos, en las homilías y en las cartas dominicales, en las escuelas de oración con los jóvenes o en los ejercicios espirituales para sacerdotes.
Amante de la montaña y la escalada, así como de las alturas espirituales de Santa Teresa de Jesús o de San Juan de la Cruz. Buscaba siempre que las personas tuvieran una experiencia de la fé, un encuentro personal con el Señor que llenara de sentido y plenitud sus vidas. Esta es la clave para entender su estilo sencillo y directo, su cercanía, cómo llegaba al corazón de la gente en el trato personal, cómo atraía a los jóvenes, a los niños y a mayores. Incluso cómo se emocionaba en tantas ocasiones al hablar del Señor. Una vida fundamentada en Cristo y con una tierna devoción a María, la Madre.
Como lema episcopal eligió una frase del Evangelio de San Juan: "Ut omnes unus sint" (Que todos sean uno). Ciertamente era un hombre de comunión eclesial, que vivía la Iglesia como un misterio de comunión, de unión personal con Dios y con los hermanos, Cuántas veces le oí decir que la comunión eclesial no es un mero consenso entre diferentes posturas y sensibilidades, sino que es una realidad profunda y radial, es decir, que Cristo está en el centro y es el principio de unidad y de diversidad."
Nunca le olvidaremos.
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