domingo, 16 de agosto de 2015

Carolina Marín

Yo no lo quito

Hoy nos lega la noticia de que Carolina Martin, nuestra jugadora onubense, acaba de ganar por segunda vez consecutiva, el campeonato mundial de badminton. Lo que constituye una doble satisfacción por dos motivos; el primero es que tenemos una campeona más en España; y el segundo es que la ciudadanía española, tan dada al deporte de los piés, se ha podido enterar de que existe otro deporte que se llama badminton. Nuestra felicitación a esta bicampeona.


Y por si esto no fuera suficiente, en Yakarta ha sonado el himno nacional español con la letra que escribió el poeta gaditano José Maria Pemán en el año 1928 por encargo del general Primo de Rivera. O sea tres años antes de que se proclamara la Segunda República Española.

Lo que de niños denominábamos "Marcha Real" tiene su origen en una "marcha granadera" que se dice escrita por Federico de Prusia, aunque luego se ha desmentido, que se tocaba en honor de los Reyes de España por un banda de pífanos. En tiempo de Isabel II se llamó Marcha Real, y no se tocó durante la efímera Primera Republica Española.

En 1908 se reescribió esta Marcha Real para ser ejecutada por una banda de música y considerada como Himno Nacional español, pero para que se pudiera cantar, como ocurría con otros himnos nacionales, quedó con esta letra, que es la de Peman:

"¡Viva España!
alzad la frente
hijos del pueblo español
que empieza a resurgir.

Gloria a la Patria
que supo seguir
sobre el azul del mar
el caminar del sol.

Triunfa España
los yunques y las ruedas
 canten al compás
el himno de la fé.

Juntos y con ellos
cantemos de pié
la vida nueva y fuerte
del trabajo y de la paz."

Al proclamarse la Segunda República española nos quedamos sin himno, y los primeros acordes musicales que oimos los niños de aquella época fueron los de La Marsellesa, que era el himno nacional francés, pero a alguien se le ocurrió que el nuevo himno nacional español sería el Himno de Riego, cuya letra la había escrito Evaristo San Miguel en el siglo XIX, y con música de autor desconocido, a pesar de muchas investigaciones que se han llevado a cabo. Y es mejor que no se haya conocido a su auto porque aquella músiquilla ratonera era un deastre. Pero ¿a quien se le ocurriría aquello?

Existe una curiosa anécdota que describe Cecil Eby en su libro "Entre la bala y la mentira" donde nos cuenta que, llegada una hornada de voluntarios americanos para las Brigadas Internacionales, en la estación del tren les dirigieron unas palabras de agradecimiento por su llegada y cuando una banda de música tocó el Himno de Riego,  empezaron a reir y a cantar la canción con el que la caravana  del circo Barnum and Bailey anunciaba su entrada en los pueblos porque la musiquilla era la misma que la del himno de Riego

"Here Comes Barnum and Bailey
the Circus is Coming to Town."

Cuando la banda dejó de tocar, la multitud,emocionada, se adelantó a felicitar a aquellos americanos que eran los únicos voluntarios internacionales que parecían conocer el himno nacional de la República.



En 1937, en la zona nacional se declaró como himno el español aquella Marcha Real, pero a la letra de Pemán, se le cambió la frase de "alzad la frente" por "alzad las manos".

El Himno de Riego siguió siendo el himno nacional a lo largo de la guerra. Y a ninguno de los asesores soviéticos, paisanos de tantos  músicos brillantes como ha dado Rusia, se les ocurrió recomendar a los presidentes de la República que se utilizara otro himno más decentito.

Quizás por eso perdieron la guerra. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario