miércoles, 17 de noviembre de 2010

Zapatero Coprónimo y otros temas









Yo no lo quito





1.-Zapatero Coprónimo


Cuenta la Historia (la de verdad, y no la que ahora se enseña) que en el siglo VIII, mientras los muslimes estaban invadiendo Hispania, reinaba en Constantinopla un emperador que se llamaba Constantino V, de quien se contaba que en el momento de bautizarlo se hizo caquita en la pila bautismal. Motivo por el cual ha pasado a la Historia con el nombre de Constantino V "kopronymos".





Este emperador bizantino, aunque bautizado, era iconoclasta, y se dedicó entre otras muchas cosas, a perseguir a los iconódulos y a los monasterios; y montó un miniconcilio de obispos donde se proclamó que la veneración de imágenes era una herejía. En el año 766 persiguió a los monjes y monjas iconódulos, obligándoles a unir sus manos en el hipódromo mientras las turbas linchaban a un eremita llamado Esteban. También se opuso a la veneración de reliquias y a los santos por considerarlo herético.



Es así que Rodriguez Zapatero, también bautizado, aunque no se hizo caquita en la pila bautismal, sí lo ha estado haciendo sobre la cabeza de todos los españoles, incluso de aquellos que cometieron la insensatez de votarle; que ha estado persiguiendo el cierre de algún monasterio por considerarlo herético y antidemocrático. Y encima se manifiesta antipapa, como ha tenido ocasión de demostrar en la visita del Pontífice a España.



Por tanto, y teniendo en cuenta que su reinado se va a agotar dentro de poco, El Alimoche propone a la Real Academia de la Historia que a partir de este momento pase a la Historia con el nombre de Zapatero Coprónimo.



Por cierto, en el siglo IX se desenterró su cadáver y fué arrojado al mar. Nosotros no llegamos a tanto, porque ya se está desenterrando a mucha gente y no le deseamos este castigo.






2.-Cataluñistán.







Nos llega la noticia de que en estos momentos viven en Cataluña unos 400.000 musulmanes entre los cuales se ha detenido a unos cuantos por dedicarse a reclutar voluntarios para Al Qaida. Al mismo tirempo está en el aire casi cada dia el problema del idioma catalán y el castellano también universalmente conocido como español. Y se discute que si se está perdiendo el español o es el catalán el que se pierde. Lo cual me parece que es una discusión estúpida y que se trata con bastante desconocimiento, que es lo que se constata cuando hay alguna discusión entre españoles.


Permítaseme (o "piacemi al men", como diría mi buen amigo Petrarca) que se oiga la voz de un venerable anciano que nació en esta tierra y que a lo largo de sus 88 primaveras ha podido vivir a diario este problema en Cataluña.


La estirpe catalana se está agotando. Y al agotarse la estirpe se irá agotando la lengua. Por tanto lo que corre peligro no es el español sino el catalán. Una primera razón para pensar en ello es que el español es la tercera lengua más hablada en el mundo, mientras que el catalán no sabemos que lugar ocupará, pero que en vez de hablarlo 400 millones lo hablan solamente cuatro, y mal contados. Además es un idioma que cada vez tiene más estudiantes extranjeros, y es dudoso que los extranjeros, salvo por simple curiosidad, que sean estudiantes de Filología (o que sean jugadores del Barça), tengan mucho interés en estudiar el catalán.


Pero decimos que la estirpe se acaba. Y ya en el año 1934 un sociólogo catalán que se llamaba Josep Vandellós, escribió un librito que se titulaba algo así como: "Catalunya,poble decadent"

en el que explicaba la escasa importancia que se daba en Cataluña a tener hijos entre la gente de clases medias y bajas. Y lo decía haciendo hincapié en lo que el llamaba "consumismo", y que a nosotros hoy nos haría sonreir, porque afirmaba que para muchos catalanes der aquellos años treinta era más importante "tener una bicicleta, o una máquina fotográfica", que tener otro hijo.


Los indices de natalidad se mantuvieron durante unos años por la inmigración de andaluces, murcianos, extremeños o del resto de España que llegaron a Cataluña durante la Dictadura de Primo de Rivera. Un cronista comentaba jocosamente, al referirse a la Exposición Universal del año 1929, que :"los murcianos estaban tan ocupados poniendo ladrillos, que no tenían tiempo para poner bombas". Y es que en aquellos años a los inmigrantes se les daba el apelativo de "murcianos".


Después de la Guerra Civil se produjo otra oleada de inmigrantes de otras regiones de España; y esto hizo que las cifras de habitantes se mantuvieran con ligero crecimiento porque los recién llegados eran gente que no se conformaba con tener un hijo, o una parejita. Pero la estirpe catalana iba reduciéndose.


De este modo, a principios del siglo XX, se oía hablar catalán constantemente. El Obispo Morgades quería que las homilias de la misa y, en general, las catequesis, se dieran en catalán. Y en cierto modo no le faltaba razón, porque era mucha la gente que lo hablaba y que le costaba digerir el castellano. Pero ahora la situación es radicalmente distinta.


En una obrita de teatro cómico en la que se tocaba el tema de las guerras del siglo XIX se podía escuchar la voz de un soldado que gritaba:


-¡Alto! ¡Quien vive!

-¡España!

-¡Qué gente!

-No somos kente

Somos el somatiente

qu´a sortit de Cardedeu

a les quatre del dematiente.


Y, aunque esto es una gansada, da a entender que en aquella época los payeses del somatén hablaban como podían para entenderse con los soldados procedentes de otras regiones.


Ahora los poderes de la Generalidad están desesperados porque el uso del catalán no aumenta. Y otra de las razones de ello es que el catalán que se enseña en las escuelas es distinto del que se habla en la calle. En nuestra casa teníamos como vecinos a un matrimonio catalanoparlante con dos hijos y una hija. Eran gente encantadora, y siempre nos hemos llevado bien y seguimos tratándonos como amigos. Pero cuando la hija quiso hacer magisterio tuvo que estudiar el catalán. Y aquella muchacha que era catalanoparlante y que mal hablaba el castellano, fué suspendida en catalán. Porque había caido en la trampa de Pompeu Fabra, que quiso que todos hablaran lo que él quería, y con la ortografía que él quería. Y así les va a los chavales que ahora estudian catalán, que es la peor asignatura que les toca estudiar.


Ese déficit de catalanes de "soca i arrel" (tronco y raiz) lo están cubriendo con norteafricanos a los que obligan a estudiar catalán.

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