lunes, 27 de septiembre de 2010

Sustos





Yo no lo quito




Es que no gana uno para sustos. Pero no tenemos más remedio que hacernos eco de las últimas noticias que llegan a nuestra redacción.



1.-La familia de Leire Pajin.



Hace unos dias hablábamos de los que son antifranquistas desde que dejaron de ser franquistas. Pues bien, ahora resulta que nuestra interplanetaria Leire Pajín es nieta de quien fué Jefe de la Falange de Sabero, como puede verse en esta foto de la época.






Y es que hay familias que deben llevar la política metida en las venas. Es como una maldición bíblica, y no se puede evitar.




2.- La famélica legión.


Hace ya bastantes años, la revista semanal La Codorniz entre sus divagaciones filosóficas se planteaba la siguiente cuestión: "¿Puede el libelo flagelar la estirpe?"; y la respuesta inmediata era la siguiente: "El libelo es de pequeño formato y escasa linotipia, pero frase que hiende. Ergo, el libelo puede flagelar la estirpe". Y este pensamiento que traemos ahora a colación, bien podría analizarlo Agapito Maestre, o su compadre Gabriel Albiac, que de estas cosas saben bastante.



Pero a quienes nos dedicamos a escribir sobre los asuntos que vemos a nuestro alrededor, nos está doliendo ver cómo poco a poco, y sin quererlo, vamos convirtiendo nuestros escritos en libelos a través de los cuales se nos escapa el dolor que nos produce esta España nuestra. De ahí que muchas veces parece como si en vez de mojar la pluma en tinta lo que hacemos es mojarla en bilis. Una de las últimas noticias que nos llegan procede el SUP, que es el Sindicato Unificado de la Policía, recomendando a sus miembros que no actúen "demasiado violentamente" contra los piqueteros que vayan a impedir que los ciudadanos entren en el trabajo. Y es que los sindicatos calificados con la U, sean policías o militares, no sabemos si quieren decir que son de la UGT, porque tampoco sabemos qué es lo que unifican. Lo que sí parece cierto es que la imagen que va a dar la Policía el 29 de septiembre va a ser ésta:



para garantizar el derecho a la huelga, que parece ser más importante que el derecho al trabajo.



Y ya que hablamos de derechos, debe quedar bien claro que aquí somos partidarios del derecho a comer. Claro que hay muchas maneras de comer, y en estos menesteres, quien nos está dando buenos ejemplos es el famélico legionario Cándido Méndez, tan generoso con sus amiguetes como consigo mismo, a través de la Visa Oro, que es eso que nosotros no podemos disfrutar, ni puñetera falta que nos hace, porque somos más dados a alimentar el espíritu que la andorga; lo que contribuye a facilitar la crisis actual.




Y como no somos los únicos que nos indignamos con las gloriosas gestas gastronómicas de estos semovientes, vean la imagen que acabamos de encontrar por Internet del "muy calumniado" capo de la UGT



Y esas comilonas quienes las estamos pagando somos nosotros a través de las subvenciones que les regala el capo supremo de esta cosa que, por llamar de alguna manera, llamamos gobierno.

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