miércoles, 16 de marzo de 2011

Cosas







Yo no lo quito




La enseñanza militar socialista.


Mientras estábamos tomando el desayuno, nos aparece en la prensa de hoy esta noticia, que no nos sorprende porque ya lo decíamos hace unos dias en estas mismas páginas.





Naturalmente, los ingenieros civiles defienden su carrera y no permiten que los de uniforme les puedan quitar el condumio. Actitud muy lógica y respetable, que no vamos a discutir.


Ahora bien ¿Se puede saber a qué obedece este interés en proporcionar a nuestros militares una formación como ingenieros, aunque sea en la especialidad de"Organización"? Alguien ha escrito que esta actitud se debía a poder proporcionar a los militares una posibilidad de incorporarse a la vida civil en el momento de alcanzar el retiro y poder seguir tabajando en la industria. Pero esto nos parece una opinión muy pueril; sobre todo si es esto lo que preocupa a nuestros dirigentes en un momento en que lo que más necesitan nuestros ingenieros es encontrar su puesto en la industria. O sea, para que puedan ocupar puestos que ahora no existen ni siquiera para los titulados. Además hay otra razón para considerar esta idea una estupidez, cuando se sabe que muchos militares se han incorporado a la vida civil e incluso alcanzado prestigio, sin necesidad de tener el título de Ingeniero Industrial. Por supuesto, que no firmaban proyectos, pero trabajan ayudando en proyectos de ingeniería. Y esto se debe a que como me decía hace ya muchos años uno de ellos:"Se come más cebada fuera del cuartel que dentro de él".

En el Ejército español, los artilleros tenían el título de "Ingeniero Industrial del Ejército" porque la construcción de material bélico estuvo desde hacía siglos a cargo de los artilleros. Pero ésto terminó con la guerra en 1939, cuando empezó a Crearse el Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción, muchos de cuyos primeros componentes procedían del cuerpo de Artillería y que en aquellos momentos estaban también al frente de las fábricas de armas y de pólvoras.

En una vieja ordenanza del rey Eduardo I de Inglaterra se decía: "Item, ordinatus est quod sit unus artillator qui faciat ballistas, carellos, sagitas, et alia necessaria pro garnizionibus castrorum"; y esta ordenanza era del siglo XIII. Lo que indica bien a las claras, que el "artillator" era el que fabricaba el armamento.



Pero en este siglo, en todos los ejércitos occidentales, tanto los artilleros como los ingenieros son usuarios del armamento que, aunque es complejo, los oficiales salen de la Academia con la formación necesaria para hacer de ellos el uso que corresponde sin necesidad de tener título de ingeniero.


Un artillero ya fallecido, diplomado de Estado Mayor, Don Francisco Luis Borrero Roldán que recordarán los viejos generales que todavía pisan este mundo, comentaba con aquel especial sentido del humor del que de vez en cuando hacía gala, que "La Academia General Militar, en su primera época, sirvió para que todos los militares que salian de ella supieran dibujar la sección de un cilindro con un tetraedro". Porque allí fué donde se implantó en la enseñanza militar, la asignatura de Geometría Descriptiva, inventada por el famoso matemático francés Gaspar Monge, conde de Péluse; asignatura que se ha seguido estudiando en la Academia General hasta bien entrado el siglo XX. Y hasta no sabemos si fodavía se sigue estudiando. Y es que, como decía su inventor: "La Geometría Descriptiva es la lengua del ingeniero".


Y, como se nos acaba el tiempo, no se nos ocurre mejor idea que exigir que en la carrera de Ministro/Ministra, se exija también el título de Ingeniero y la asignatura de Geometría Descriptiva.


¿Por qué no?

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