martes, 13 de noviembre de 2012

Una calle en Madrid

Yo no lo quito

A mucha gente le ha sentado como un tiro la noticia de que pronto en Madrid una calle llevará el nombre de un personaje histórico de la categoría de Santiago Carrillo Solares. Nosotros  creemos que a Carrillo no se le ha hecho suficiente justicia porque la mayoría de la gente lo único que sabe es que es el responsable de la matanza de Paracuellos. lo que él siempre ha rechazado; por lo menos ha rechazado desde su regreso a España, que tuvo que abandonar en 1939. Y si no, que se lo pregunten a Jesús Flores que llegó a enfrentarse a él en un plató de televisión, provocando en el famoso político un berrinche de no te menees.

Y es que limitarse al asunto de Paracuellos es no hacer justicia a quien tiene sobre su conciencia muchos otros asesinatos de "compañeros" comunistas a los que consideraba que debían ser finiquitados por oponerse a su politica pro-stalinista. Y la forma de hacerlo era bien sencilla y la vamos a explicar brevemente.

Lo primero que se hacia era enviar a España para dirigir la subversión a personajes comunistas que le molestaban, y a los que la policía franquista tendría necesariamente que detener. Lo segundo era informar a la policía española de su presencia en España a través de aquella famosa emisora "pirenaica". Así su muerte podría ser atribuida a la policía franquista, lo que no siempre sucedía como ocurrió, por ejemplo, con Joan Comorera que era un político de corte nacionalista catalán.




Comorera es, en esta foto, el tercero por la derecha, y aparece preso con Luis Companys y otros detenidos por la sublevación del 6 de Octubre de 1934 en Cataluña. Por cierto que por aquellas fechas también fué detenido Santiago Carrillo  porque era el jefe de las juventudes socialistas aunque entonces contaba con 16 o 17 años de edad.

El caso es que Comorera tuvo que salir de España en 1939 al terminar la guerra y permanecer en Francia una corta temporada hasta que en mayo de aquel mismo año se trasladó a Moscú porque pertenecía al PSUC. El año siguiente se le envió a Méjico para colaborar con el gobierno republicano en el exilio, y en 1945 tuvo que trasladarse a Francia. Una vez en Francia se le catalogó como "titista", o sea, un comunista nacionalista y se le expulsó del partido en 1949. Año en el que Comorera pasó a España de incógnito para dirigir la reconstrucción del PSUC en Cataluña y permanecer fuera del alcance de Carrillo y la Pasionaria, que eran los que cortaban el bacalao tras la victoria de Stalin en la II G M.



Una vez en Barcelona, se dedicó a la confección del diario "Treball", en ciclostyl, y llegó a hacer hasta 32 números dedicados a combatir las ideas conciliadoras  y revisionistas del PCE y de los miembros que habian sido expulsados del PSUC. En junio de 1954 fué detenido por la policía española y posteriormente juzgado.

Precisamente, Enrique Lister cuenta en su libro "Basta" la campaña difamatoria contra Comorera, con estas palabras:

"...Carrillo y Antón propusieron al Secretariado la liquidación física de Comorera. La propuesta fué aceptada y Carrillo encargado de organizar la liquidación. Carrillo designó a dos camaradas para llevarla a cabo. Pero Comorera decidió marcharse al pais. A través del informador que tenía entre la gente de Comorera, Carrillo conoció la decisión de aquel y luego el lugar de paso por la frontera y la fecha. Carrillo envió a sus hombres a ese lugar para liquidar a Comorera cuando intentase cruzar la frontera. Pero Comorera, que se sentía en peligro y vivía con gran desconfianza, a última hora cambió de lugar y conocimos que había pasado la frontera (la noche del 31 de diciembre de 1950) cuando ya llevaba 15 dias en Barcelona.

Ante la imposibilidad de la liquidación física -prosigue Lister- Carrillo como buen especialista de las acusaciones y denuncias del más puro estilo policíaco y provocador, se dedcó a la destrucción  moral por medio de calumnias infames. Dirigida por él se abrió en nuestras publicaciones y en nuestra radio una chivatería anunciando la presencia de Comorera en Barcelona."



Comorera ante el Consejo de Guerra

En agosto de 1957, después de más de tres años de espera, tuvo lugar el juicio ante un tribunal militar que terminó condenando a Comorera a treinta años de prisión. Se le trasladó al penal de Burgos,donde vivió rodeado de comunistas de todas las partes de España que llevaban allí muchos años detenidos y que describieron sus útimos momentos como "llenos de confianza en el futuro democrátio de nuestro pais y de confianza en la victoria del socialismo".

Fué  Radio España Independiente, la que alertó de su presencia en Cataluña, en el invierno de 1953, y lo hizo en estos términos:

"El PSUC ha sido depurado de los elementos corrompidos y traidores que se habian infiltrado en nuestras filas como agentes de la burguesía. Comorera, que hoy está abiertamente al servicio de la policía franquista cumpliendo el repugnante papel de delator de los militantes comunistas del interior del pais." Todo lo cual era. obviamente mentira.


Carrillo en 1939


Algun dia hablaremos de Grimau y de otros casos que ahora no se quieren mencionar.


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