domingo, 27 de febrero de 2011

Abuelengo






Yo no lo quito





Hoy día se habla mucho de los antecedentes familiares de muchos personajes del PSOE, cuyos padfres o abuelos han ocupado cargos bajo el régimen anterior. Y algunos en puestos de cierta categoría. Y cuando se habla del trio de posibles personajes que aparecen como herederos de los despojos de Zapatero (Bono, Rubalcaba y Chacón), hay que reconocer que Carmen Chacón Piqueras es la única de los tres aspirantesque carece de antepasados "franquistas".





Y, a diferencia de Zapatero que ha estado presumiendo de abuelo fusilado por los nacionales, parece como si a Carmen Chacón se le hubiera olvidado su "abuelengo", porque éste tuvo un historial tremendamente antifranquista. Y cuando se menciona su biografía, parece como si no hubiera existido el abuelo Piqueras que, dicho sea de paso, ese sí que fué un verdadero luchador antifranquista.



En efecto, la que se apuntaba a aquello de "todos somos Rubianes", renegaba de España a pesar de que su padre era de Almería, de donde vino a Barcelona en busca de trabajo. Lo que nos trae a la memoria aquella frase de :"Como somos mayoría, lo queremos de Almería" que apareció escrito en una pared de Barcelona cuando otros estaban exigiendo "bisbes catalans".



Algo tendrá Almería cuando a fines del siglo XIX, un abogado de Barcelona que se llamaba Nicolás Salmerón, que había nacido en Alhama la Seca (Almería) llegó a ser el tercer Presidente de la efímera Primera República española, y terminó sus años como Presidente honorario de "Solidaritat Catalana".




El abuelo de Carmen Chacón, que se llamaba Francisco Piqueras Cisuelo, había nacido en Alcubierre (Huesca) y sus padres se lo llevaron a Barcelona en 1922 cuando tenía dos años. Al cumplir los 14 ingresó en la CNT, y a punto de los diecisiete se alistó en la centuria que mandaba Agustin Camón, en la columna de Vivancos para combatir en el frente de Aragón. Allí estuvo combatiendo junto a otros libertarios cerca de Zaragoza por tierras de Belchite, Huesa, Utrilla Valdeconejos, Oliete, Calanda y Alcañiz. Y como mientras se encontraba en este último pueblo se produjo el proceso de militarización de aquellas primeras columnas de milicianos, abandonó el frente.




Más tarde se volvió al frente incorporándose a la 121 Brigada de la División 26, que había sido la antigua Columna Durruti y allí fué herido en el sector de Tremp.



Al salir del hospital se incorporó a la misma División, pero como miliciano de cultura y Comisario de Compañía desde noviembre de 1938 hasta que cruzó la frontera francesa por Osseja, pasando nueve meses por distintos campos de concentración, de donde salió para trabajar seis meses en una fábrica de pólvora en Toulouse y otros cinco en la fábrica de aviación Breguett. Siempre como prisionero .




Tras varios intentos de fuga, consiguó regresar a España, donde fué detenido por la Guardia Civil en Figueras. Y volvió a pasar cuatro años en unidades disciplinarias hasta que fué puesto en libertad, regresando a Barcelona. Y en esta ciudad se incorporó a la clandestinidad dedicándose al relanzamiento de la CNT, como secretario de la organización en el barrio de Las Corts durante los años 1946 a 48, llegando a ser nombrado Secretario de Defensa durante los años 1949 y 50.




Después de la detención de Quico Sabaté, fué detenido y maltratado por la policía, y al morir Franco regresó a la CNT con nuevos bríos. Por cierto que fué él quien denunció la impostura de Enric Marco Batlle que, durante treinta años se presentaba como ex preso de los campos de concentración nazis y presidió la organizacion "Amical de Mauthausen".



Está claro que el abuelo anarquista de Carmen Chacón no añade al curriculum de la Ministra de Defensa ni méritos ni deméritos, y ésta debe ser la razón por la que el facilitado por la Web de La Moncloa ni lo menciona. Pero lo que resulta sorprendente es que, perteneciendo al Gobierno de la Memoria Histórica, la Ministra de Defensa (y presumible aspirante a la sucesión de Zapatero) se muestre tan desmemoriada y haya condenado a la clandestinidad a su abuelo, y no lo haya citado ni en sus entrevistas ni en sus comparecencias públicas.



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