jueves, 2 de abril de 2015

Ejército catalán (1)

Yo no lo quito



Entre las muchas noticias que estos días nos trae la prensa aparece eso que llaman la futura independencia de Cataluña "si se demostrase que los indepentistas fueran mayoría" -cosa que aquí todos sabemos que no es- y obviando el escaso interés que tienen las naciones de la Unión Europea en que esa independencia se produzca. Pero aquí se insiste en el esfuerzo que la Generalidad y sus adláteres están haciendo en preparar las estructuras del futuro Estado. Y una de ellas es la organización de sus fuerzas armadas, de lo que ya han aparecido diversas noticias referentes a los tres ejércitos que tienen que constituirlas. Y como no es la primer vez que el gobierno de Cataluña dispone de fuerzas armadas propias, vamos a recordar lo sucedió en el año 1936.

De todos es conocido que tras el aplastamiento del Alzamiento en Cataluña, esta se encontró con que el poder se había trasladado a los partidos anarquistas, so iaistas y comunistas, y a sus sindicatos que quedaron dueños de la calle por la actitud del presidente de la Generalidad, Luis Companys,  antiguo abogado del gabinete de Francisco Layret desde donde defendió a los sindicalistas de la CNT/FAI, dominado por los anarquistas.

Estos partidos son los que se dedicaron a asesinar a sacerdotes, frailes, monjas, y gentes de la burguesía catalanista, que entonces estaba en la Lliga Regionlista Catalana o en Accio Catalana. Tampoco tenemos que olvidar que desde la Generalidad hubo hombres que facilitaron la huida al extranjero de algunos sacerdotes, monjas y gentes de la Lliga, facilitándoles pasaportes y embarques en buques extranjeros. Que no todos eran asesinos.

Miguel Roca


Uno de estos casos conocidos es el del abogado y "padre" de la Constitución de 1978, Miguel Roca Junyent, que nació en 1940 en Burdeos porque sus padres tuvieron que huir de Cataluña en 1939. Otro caso conocido es el del hombre que frustró la sublevación del 19 de Julio, el Delegado de Orden Público Federico Escofet Alsina, que era Capitán de Caballería, y había tenido que perseguir a los anarquistas, que se la tenían jurada, y a quien se despachó a Francia en "mision especial" para quitárselo de enmedio y poder salvar su cabeza. También se envió a Manuel Carrasco Formiguera al Pais Vasco en mision especial como "representante de la Generalidad de Cataluña", algo así como "inspector de paralelos y meridianos del Gobierno Catalán", porque este hombre, católico ferviente,  había firmado el pacto de San Sebastian con los miembros del Comité revolucionario, la mitad de los cuales eran masones. El maestro de periodistas Josep Pla afirmaba que Carrasco Formiguera rezaba rosarios con su familia en 1930 para que ganase la República. Y de poco le sirvió porque el barco que le transportaba desde Burdeos cayó en territorio nacional y tras ocho meses de encierro fué fusilado y murió cristianamente.

J.M. de Sagarra

Muy popular fué la anécdota que se contaba del poeta catalán, católico, Josep Maria de Sagarra que, en cuanto pudo cruzar la frontera francesa, exclamó, remedando a Jacinto Verdaguer en so poesía "l ' emigrant", exclamando:
"Dolça Caralunya
Patria del meu cor,
Qui de tu s' allunya
¡Recony, quina sort!"

De todo esto puede deducirse que existía un enfrentamiento político entre los dueños de la calle y el gobierno "in péctore" de la Generalidad de Cataluña;  que para poder actuar con algo de fuerza  necesitaba organizar una fuerza armada fiel y capaz de mantener la lucha contra los sublevados y una especie de orden dentro de Cataluña  y con este motivo se organizaron las Milicies Pirenenques, dándole esta denominación con arreglo a las costumbres de moda del momento, ajenas a todo lo que huele a organización militar.




Milicias pirenaicas


El alistamiento de estas milicias se realizó sobre miembros de Esquerra Republicana, a los que repugnaba formar parte de las columnas revolucionarias que estaban siendo empleadas en los frentes de Aragón o Baleares, y se llevó a cabo bajo el mando del "Comandante" José Maria Benet Capará, que el dia 19 de julio de 1936 era un teniente de Caballería que se separó de sus compañeros sublevados y. mientras duraron los combates por las calles de Barcelona, estuvo acompañando al general de la Guardia Civil,  José Aranguren, a sofocar la sublevación. Pocos días mas tarde aparece como comandante y jefe de las Milicias Pirenaicas.

General Aranguren

Aranguren estaba conceptuado como católico y de derechas. Había ascendido a generall, por antigüedad, al hacerse cargo del gobierno el Frente Popular. Al término de la guerra civil fué fusilado.


(Continuará en el número próximo)

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