sábado, 27 de junio de 2015

Los jóvenes

Yo no lo quito


De unos años a esta parte es frecuente que en la conversaciones entre vejetes, entre los que este Asno se cuenta, y a los que antiguamente se calificaba como "venerables ancianos", se suele poner  a caldo a nuestros jóvenes, que están viviendo una época que ya no es la nuestra, y realizan una serie de actividades que tampoco son las nuestras. Lo que no quiere decir que lo que hacen es bueno o que sea malo. Sencillamente, es distinto.

Por este motivo, y si mi buen amigo Cayo Julio César me lo permite, voy a utilizar una de sus frases diciendo: "Juventus est omnis divisa in partes duas"; y estas se pueden calificar como las que aparecen en la prensa y las que no aparecen en la prensa. La primera es la que llena las páginas negras de los periódicos. Lo que no aparece en la prensa es el sacrificio y abnegación de muchos jóvenes abnegados que realizan acciones de amor al prójimo recogiendo  y distribuyendo paquetes de comida entre los necesitados, asistiendo a actos religiosos o manifestaciones de su fe cristiana y realizando actividades misioneras de la Iglesia Católica. Y esto se puede ver incluso en Cataluña, donde no es ningún secreto para nadie que la fé religiosa es menos palpable.

Cierto que la prensa nos está proporcionando con frecuencia imágenes de la otra juventud, que es la que interesa a aquellos partidos políticos que los utilizan como vanguardia de sus manifestaciones, y frente a los que la policía, sea del gobierno que sea, se ve obligada a intervenir para mantener el orden. Son los émulos del Cojo Manteca, aquel personaje que iba haciendo barbaridades por las calles de Madrid allá por los años 80 y 90 del pasado Siglo XX, aunque la mayoría de los jóvenes actuales no han podido conocerlo.

                                


Aquel pobre hombre había nacido en Mondragón /Guipuzoa) en 1967, y a los 16 años (en1983)sufrió una descarga eléctrica cuando estaba subido a un poste de alta tensión y cayó al suelo. A causa de la descarga y las heridas de la caída, perdió una pierna, Convertido en un Punk, y vagabundo, apareció en Madrid en 1987 y se unió a una manifestación violenta de estudiantes entre las muchas que recorrían la ciudad. La policía intervino violentamente y una estudiante de 15 años murió de un balazo. Jon Manteca ,contagiado por el ambiente, utilizó una de sus muletas para romper el letrero del metro  de Banco de España, y en esta actitud fué fotografiado por un periodista de la agencia EFE,lo que le convirtió en un Punk famoso. El año 1996 falleció en el Hospital  Vega Baja de Orihuela (Alicante), victima del sida, y está enterrado en Torrevieja.

Ya en 1987 había ido condenado a 120 días de prisión por haber entrado en la basílica de a Virgen de los desamparados, de Valencia, para insultar a la Virgen patrona  de la ciudad.  También había organizado otro escándalo en Sevilla por el que había entrado en prisión.

De esta juventud es de la que hablan los periódicos. A la otra, ni la mencionan.



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