miércoles, 27 de julio de 2016

Hora de mártires

Yo no lo quito 


Cuando este Asno estudiaba tercero de Bachillerato, con trece años cumplidos, tuvo ocasión de conocer y vivir en cierto modo lo que después ha sido calificado como la mayor persecución de la Iglesia católica desde los tiempos de Diocleciano. Ahora, cuando está ya con el pié en el estribo para salirse de este mundo, vuelve a revivir aquellos tiempos que, de momento, no le cogen de cerca pero son pronóstico de lo que puede volver a suceder.

Rvdo. Jacques Hamel

La última noticia de la que hemos tenido noticia es el asesinato del Rvdo, Jacques Hamel, sacerdote francés de 86 años de edad, que no había querido jubilarse, y celebraba diaria la misa en su iglesia de Saint Etienne de Rouvray, en la región de Normandía. En plena misa lo han asesinado unos islamistas que lo han degollado a su estilo.

Suponemos que el gobierno español habrá dado el pésame a la autoridades francesas por esta tragedia. Nosotros, personalmente, enviamos el nuestro a los católicos franceses por esta tragedia, Especialmente a los normandos, porque nos consta que en esta región de Francia abundan los católicos. Y es que este Asno tuvo un bisabuelo normando que era capitán de Infantería y caballero de la Legión de Honor. El bisabuelo, Auguste, se vino a España y murió en Madrid.

Pero este asesinato ha dado lugar a que un escritor de origen iraní, Sohrab Ahmarí, que escribe en el el Wall Street Journal , con sede en Londres, acabara de anunciar su conversión al catolicismo



Su declaración en inglés dice: "Yo soy Jacques Hamel. De hecho, este es el momento correcto para anunciar mi conversión al Catolicismo Romano, a las órdenes de London Orat."


Ahmarí nació en Teherán y se trasladó a los EEUU cuando tenía trece año. Obtuvo el título de abogado en una Universidad e Boston, y empezó a trabajar como periodista. Actualmente trabaja en Londres para la sección europea del Wall Street Journal

sábado, 16 de julio de 2016

Aniversario

Yo no lo quito


Aprovechando la circunstancia de ser el 80º aniversario del inicio de la guerra civil española, hemos tenido la curiosidad de echar un vistazo a unos libros escritos, precisamente, por los perdedores de aquella contienda que tanta sangre costó a España. Uno de ellos (el que más nos interesaba porque era el desconocido por nosotros) titulado "Causas de la guerra de España" escrito por uno de los dos presidentes de la Segunda República española en su exilio en Francia, Manuel Azaña Diaz, libro dividido en once capítulos desde Collonges-sous-Saléve, tras haber presentado su dimisión al Presidente de las Cortes de la República, que era Diego Martinez Barrio.



El libro lo inicié con cierto rechazo porque estaba prologado en 1986 por el "hispanista" Gabriel Jackson, de quien en alguna ocasión hemos tratado porque en una Historia que mi hija había tenido que estudiar en la Universidad de Barcelona, decía que el Alcázar de Toledo en su defensa "había sufrido desperfectos". Lo que tampoco dejaba de ser verdad como puede verse en esta fotografía hecha desde el bando republicano.

Desperfectos en el Alcázar de Toledo

El prólogo se deshace en elogios sobre la sólida cultura y  conocimiento de la Historia de España de Manuel Azaña, al que compara con Cánovas del Castillo. Y en esto no podemos discrepar, pero todo ello no era suficiente para gobernar un país con tantos problemas como había tenido España en los siglos XIX  e inicios del XX. A cambio de ello podría recordar unas palabras del propio Azaña en donde reconocía al menos uno de sus principales defectos: la soberbia.



Pero Martinez Barrio ya había presentado su dimisión. y como el presidente del Gobierno era Juan  Negrín, este se quedó como Presidente de la República sin haber sido elegido legalmente; aunque en aquellos momentos la legalidad era un estorbo con escasa  trascendencia. Y en esta situación decretó varios ascensos militares, entre ellos a los generales Rojo y Miaja, a los que nombró Tenientes Generales, que era una jerarquía que había desaparecido del Ejército a poco de proclamarse la República.

Lo que no nos gusta de ese libro es el título, que muy bien tendría que haber sido " Las causas de haber perdido la Guerra Civil", porque en sus capítulos nos da la visión de lo que tuvo que ser aquel desbarajuste político-militar, que sólo tuvo la oportunidad de hacerse con un ejército de verdad cuando la guerra ya estaba perdida, cuando Azaña pronunciaba el 18 julio de 1938 aquel discurso de "Paz, Piedad y Perdón" porque ya todo se veía perdido, y se estaban acumulando tropas republicanas en la orilla izquierda del Ebro para comenzar la inútil y sangrienta Batalla del Ebro.

Mientras Azaña escribía desde Collonges-sous-Saléve los once capítulos de este libro, Julian Zugazagoitia escribía en Paris otro libro sobre la Guerra de España. Un libro que se editó en Buenos Aires y en el que nos cuenta la escena que tuvo lugar tras la derrota de Teruel a principios de 1938.  Teruel había sido ocupado por el ejército republicano a fines de diciembre de 1937 en una batalla que ha sido muy jaleada por los izquierdistas españoles como una operación de orden estratégico contra Franco, que estaba acumulando tropas  para entrar en Madrid una vez desaparecido el frente Norte. Era la plaza de Teruel la única capital de provincia ganada a los nacionales a lo largo de la guerra.Y aquella acción tuvo hasta una película, siendo visitada Teruel por muchas autoridades del gobierno, entre ellos La Pasionaria, que aparece en esta foto




Pero Teruel estuvo poco más de un mes en manos de la República porque en Febrero de 1938 ya lo habían recuperado la tropas de Franco. No sólo eso, sino que siguieron atacando hacia el mediterráneo hasta separar la región valenciana de Cataluña. La famosa acción estratégica fracasó tristemente para el general Vicente Rojo. Y Zugazagoitia nos cuenta lo que ocurrió a continuación:


"El pensamiento íntimo del Jefe del Estado Mayor Central me es conocido por Prieto, quien me ha confiado la noticia de que Rojo y el coronel Hidalgo de Cisneros se han presentado ante él proponiéndole, como solución posible para el drama, entregarse personalmente a los rebeldes. Respuesta de Prieto: si consideran que esa resolución de ustedes puede ahorrar dolor a los soldados, cosa que personalmente no creo, y se disponen a ponerla por obra, cuenten ustedes conmigo."
(Capitulo XXXIX, página 371).


     Por cierto que esta "brillante" operación estratégica mereció una recompensa. El Jefe del EM Central, Vicente Rojo Lluch, fué recompensado con la Placa Laureada de Madrid, que era la que sustituía a la Cruz Laureada de San Fernando. Se suprimía la Cruz  y se convertía en la krasnaya schviezda (estrella roja) de la Unión Soviética. y se envíaba a San Fernando a otras partes, pero se conservaba el laurel que, como decía la reina Isabelona:"La gloria para los niños y el laurel para la pepitoria".

                                                                              
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           Y pido perdón a mis lectores si les he aburrido.        


miércoles, 13 de julio de 2016

La "Brigada Lincoln"


Yo no lo quito


Con motivo de la rápida visita que nos ha hecho el Presidente de los EEUU , hemos podido enterarnos de que el Secretario General de Podemos, más conocido como Pablo Iglesias, ha regalado al Presidente Obama un libro titulado "La Brigada Lincoln" acompañado de una dedicatoria escrita por él en un inglés un tanto macarrónico, porque en ella aparecen dos faltas de ortografía, en la que recuerda que en esa "Brigada" estadounidense que dicen que luchó en nuestra guerra civil, se pudo dar el caso, hasta entonces insólito de que un negro estuviera mandando  una tropa blanca.


 Cualquiera que haya estudiado la guerra civil española, tiene que saber que en España jamás hubo una unidad que se llamara "Brigada Lincoln", sino un batallón de la XV BI que llevaba este nombre. Porque la XV Brigada Internacional , que se creó en enero de 1937, estaba formada por cuatro Batallones denominados Lincoln, Dimitrof, Six Février, y British.



Este Batallón Lincoln se formó por tres compañías; una de ametralladoras y dos de fusileros. La de ametralladoras llevaba el nombre de Tom Mooney, que era un líder sindicalista detenido en la prisión de Alcatraz. A ella corresponde esta imagen en la que aparece el banderín de la Compañía de ametralladoras del "Lincoln Battalion".´

La primera compañía de fusileros estaba al mando de John Scott, un inglés de 29 años que era corresponsal en Paris del London Daily Worker. Estaba formada por la centuria Antonio Guiteras y las secciones James Connolly y  la Americana. Guiteras era el nombre de un joven cubano que había muerto en 1935 manejando una ametralladora contra las tropas de Fulgencio Batista y disponía de unos 60 hombres..

La sección de James Connolly llevaba el nombre de un caído en la rebelión irlandesa de 1916 y disponía de  108 componentes, algunos ya veteranos del frente de Aragón, de la British Company, de la Marselleise, y de irlandeses de los EEUU y de Irlanda.

En el Batallón Lincoln, ciertamente, se dió el caso de que un negro de Texas que se llamaba Oliver Law se convirtiera en la batalla del Jarama en Jefe de la Compañia de Ametralladoras para sustituir al anterior comandante, muerto en el combate. Pero lo que se omite decir es que Oliver Law había sido combatiente de ametralladoras en la I GM, donde alcanzó la graduación de Cabo. En esta foto aparece con las insignias de Teniente.



En la Batalla del Jarama el Batallón Lincoln, como otros batallones internacionales, sufrieron numerosas pérdidas al atacar la posición del Pingarrón. Fué la primera experiencia amarga de las Brigadas Internacionales. La siguiente fué en la Batalla de Brunete,en agosto de aquel año de 1937, donde los Brigadas internacionales sufrieron otra importante derrota. Precisamente, en aquella Batalla Oliver Law actuaba como Jefe del Batallón Lincoln, y murió en el ataque a Vértice Mosquito el dia 7 de agosto por la explosión de una granada de mortero.