En Barcelona vamos camino de quedarnos sin toros.La verdad es que yo no me voy a quedar sin toros, porque la única vez en mi vida que he asistido a una corrida en la Monumental de Barcelona, fué hace muchos años, y porque mi tío tenía dos entradas y me invitó a la corrida. No debió ser mala porque en aquella ocasión intervino un magnífico torero, creo que aragonés, que se llamaba Nicanor Villalta; un torero al que los cronistas de toros solian anteponer casi siempre el calificativo de "pundonoroso". O sea, que he visto torear al pundonoroso Nicanor Villalta.
Pero ahora los poncios del tripartito, no se sabe si lo que quieren es suprimir las corridas, o catalanizar las corridas. Ya se empieza a hablar de organizar caravanas para asistir a las corridas de toros que se organizan en el Sur de Francia. O sea eso que los catalanistas denominan "Catalunya Nord".
Lo que de verdad molesta a los separatistas es que cuando hay corridas de toros la plaza se llena de banderas españolas. Sobre todo les molesta la figura de José Tomás, ese torero madrileño que viene a Barcelona con una "actitud chulesca y desafiante", como queriendo demostrar que "los cojones de un torero están por delante del poder del legislador". Al menos esto es lo que afirma un tal Joan Mercadé, muy concido en su casa. Lo que no sabemos es cual es ese poder del legislador, porque hasta la fecha, que yo sepa, no se ha legislado todavía nada sobre las corridas de toros en Barcelona. Lo que para esta gente está muy claro es que José Tomás no viene aquí a torear y a que le aplaudan, sino a fastidiar. Y es que a este gentecilla no les gusta el toro y prefieren el burro. Allá ellos.
A no ser que en el futuro veamos corridas catalanizadas, en cuyo caso podríamos ver anuncios como éste
Suponemos que si se suprimen las corridas de toros también se suprimirán los "correbous", que se celebran en algunos pueblos de Cataluña.
Así estaremos todos contentos.
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