jueves, 22 de septiembre de 2011

Azaña


Yo no lo quito


A punto de marcharse para descanso de los españoles, al todavía nominal presidente del gobierno y al que preside la cámara baja, Rodriguez y Bono, no se les ha ocurrido otra cosa que presentar los retratos de dos hombres que, a su juicio, "han contribuido a forjar una historia grande", Estos han sido Manuel Azaña y Adolfo Suárez. Por cierto que la familia de este último se ha negado a acudir al acto por dignidad, y los mayores elogios han sido para Manuel Azaña. Tanto, que el retrato que han presentado, obra del pintor Daniel Quintero, ha causado gran estupor porque su "parecido" con el original denota que el artista no es, precisamente un Caravaggio.¿Hecho a propósito? Pues no lo sabemos, aunque se nos dice que todavía no ha llegado el momento de instalarlo en su sitio.

Porque el retrato de Azaña, un personaje del que se conservan innumerables fotografias, no tiene ningún parecido con lo que ha aparecido como su imagen. El pobre Azaña era feo, adiposo y con una cara adornada con unas cuantas verrugas o granos; tan era así que un humorista de la época dijo que en vez de haber nacido en Alcalá de Henares, merecía haberlo hecho en Granollers. Y ello dió lugar, también, a que su imagen fuera un fácil modelo para los caricaturistas de entonces.

En esta foto puedee verse el juvenil retrato de Azaña contemplado por su gran admirador y discípulo ( in pectore) Rodriguez.



Manuel Azaña Diaz había nacido en Alcalá de Henares en 1880. Nacido en el seno de una familia liberal, estudió en Madrid y pasó por el Colegio de los Agustinos del Escorial, que en aquella época era un colegio de mucho prestigio que hacía honor a su  santo patrón, Aurelio Agustin, padre y Doctor de la Iglesia. Un lugar un poco raro para formar a un educando perteneciente a una familia liberal, que en aquella época era lo mismo que decir anticatólica.

Pero su estancia en aquel colegio donde estudió los dos primeros años de Derecho, le permitió adquirir una gran cultura, una oratoria muy notable y una facilidad para escribir no menos valiosa, aunque escribiera muchas veces mojando su pluma en  bilis en vez de tinta. Un ejemplo de su obra literaria es "El jardin de los frailes" y "Ensayos sobre Valera". Para los defensores de la República resultan muy ilustrativas las que escribió durante la guerra mientras estaba en Cataluña y pone de relieve las deficiencias y las barbaridades que se cometian en la media España que presidía, y que explica claramente por qué perdieronaquella guerra que ahora pretenden ganar.

Se le acusa de haber sido masón. Sin embargo, se afilió a la masonería en 1932,en  la Logia Matritensa a la que pertenecía Alejandro Lerroux,  y parece que no volvió a pisar ninguna otra logia el resto de su vida. O sea, que no lo era al proclamarse aquella República en cuyo gobierno abundaban los masones, y debió hacerlo un poco forzado por las circunstancias, quizás porque era muy miedoso; de lo que dan fé la mayoría de los políticos de aquella época que lo conocieron de cerca. 


Al morir Azaña, en Montauban el año 1940, recibió los auxilios espirituales propios de los católicos, quizás impulsado por su gran amigo el ya general Juan Hernandez Saravia, artillero, republicano y...terciario carmelita, con cuyo hábito fué enterrado al morir en Méjico. Tampoco debemos extrañarnos de los últimos dias de Azaña, porque Dolores Ibarruri, más conocida por "La Pasionaria", también  recibió los santos sacramentos.

En el momento de morir estaban junto al hombre que había proclamado que España había dejado de ser católica, el obispo de Montauban Pierre-Marie Thébas y una monja sor Ignace.




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