¡Rindan armas!
Los ancianitos no podemos olvidar que en el antiguo Reglamento de Honores Militares se rendían armas al Santísimo Sacramento, y ésto se hacía en la misa en el momento de la consagración, o cuando el Santísimo pasaba por delante de una formación militar. Al Rey o al Jefe del Estado se le presentaban armas. Pero con la llegada de la democracia este acto se ha suprimido y se equipara al Jefe del Estado con el Santísimo Sacramento; o sea, presenten armas y va que chuta. Lo cual nos parece una pasada.
Estas cosas se producen porque parece que la esencia de la democracia consiste en ignorar a la Iglesia, suprimirla de la enseñanza, descolgar los crucifijos de las paredes y odiar al Papa, que es el culpable de todos nuestros males.
Este odio a la Iglesia Católica se puede constatar a diario en las declaraciones de muchos "padres de la Patria" y en los que no son padres más que de su estupidez. Pero donde se ha hecho más evidente ha sido en las manifestaciones ateas con motivo de la venida de Benedicto XVI a la concentración de Madrid el año pasado, donde se han podido tomar imágenes como éstas:
o como esta otra
de los que puede deducirse que el gran problema que esta tropa quiere "resolver" es el que se deriva de temas relacionados con la bragueta, que son los que a esta gentuza más les preocupa. Y en su odio se olvidan de que la Iglesia, por boca de su Pontífice, a los católicos nos marca un camino y nos manda unas cosas y nos prohibe otras.
Pero a los que no son católicos, como no pertenecen a la Iglesia, no les dice nada, ni les manda nada, ni les prohibe nada. De la misma manera que a mí el Dalai Lama no me manda ni me prohibe nada. Y tampoco el
Gran Rabino de Jerusalén, que podrá mandar a los suyos que vivan como él les marca, pero a mí no me manda ni me prohibe nada.
Claro que este pobre Asno de Rotterdam se alimenta de la ignorancia, y no como este intelectual que lleva la pancarta o de ese que grita desaforadamente a una muchacha que está besando su cruz. Ellos son los buenos. Ellos son los sabios y los buenos. Por eso desean que nosotros nos desprendamos de la ignorancia y amemos la libertad esa que ellos tan bien saben interpretar. Y si no lo hacemos, ya saben lo que dijo uno de los padres de la Constitución que en estos momentos estamos disfrutando
Esto que aquí vemos nos demuestra, por venir de quien ha venido, que esa "Educación para la Ciudadanía" en realidad debería llamarse "Educación para la Masonería", que nos hará libres a todos, y por eso el mismo "Pater Constitutionis" no tuvo el menor reparo en pedir ésto
O sea, "Liberté egalité y fraternité".
P.S. Por razones que nuestros lectores comprenderán, hoy no traemos aquí la cruz. La hemos quitado por respeto. Pero mañana volveremos a ponerla.
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Hay que ver las tonterías que puedes llegar a decir...
ResponderEliminarAnónimo. Hay que ver los razonamientos que puedes llegar a escribir. Te felicito.
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