Yo no lo quito
No pasa día sin que tengamos noticia de algo que viene a explicarnos lo que ha ocurrido en España para que hayamos podido llegar al fondo de este pozo en el que nos encontramos. Hoy le toca a ésta:
que nos explica la forma en que mueven los millones que manejan los encargados de utilizar un dinero que no es el suyo. Y en este caso no se trata de ministros o ministras sociatas o independentistas, sino de gente que, sin el menor respeto al de los demás, se mueve en beneficio propio. En este caso, también del PP , porque de todo hay en la viña del Señor.Y ello nos trae a la memoria a aquel escritor florentino que se convirtió al cristianismo y terminó su vida en un convento franciscano, y que se llamaba Giovanni Papini.
Papini, después de su conversión, escribió, en el año 1921, una "Historia de Cristo", y en el primero de sus capítulos, que llevaba el título de "El estiércol del Demonio", decía entre otras cosas:
"El pan, santo ya en la mesa familiar, se convierte en la mesa del altar en el cuerpo inmortal de Cristo. También la moneda es el signo visible de una transsubstanciación. Es la hostia infame del demonio. Los dineros son los excrementos corruptibles del Demonio. El que pone su corazón en el dinero y lo recibe con afán, comulga visiblemente con el demonio. Quien toca el dinero con voluptuosidad, toca, sin saberlo, el estiércol del Demonio".
También nos previenen contra la riqueza los tres Evangelios sinópticos de Mateo, Lucas y Marcos que ponen en boca de Cristo aquella conocida frase: "Mas fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios".
No quiere decir con ello que sea "imposible", sino "difícil". Y realmente es difícil ganarse el cielo rodeado de riquezas, porque para ello debe cumplirse que el dinero se haya ganado honradamente y se haya hecho de él un uso decente porque jamás dijo la Iglesia, como tampoco dijo Cristo, que ser rico fuera pecado.
Pero tenemos en España demasiada gente que cree que con el dinero de los demás se puede hacer lo que te plazca, quizás por aquello de que "el dinero público no es de nadie". como dijo una ilustre Ministra egabrense que, para mayor inri, era Ministra de Cultura. ¿Cuanta gente en España piensa así...?
Por eso lo estamos pagando, y quiera Dios que lo terminemos de pagar pronto.
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