Yo no lo quito
Hombre, nosotros no somos nadie para hablar de política fiscal porque en varias ocasiones hemos confesado que sabemos tan poco de economía que a estas alturas ya no sabemos la diferencia que existe entre Arthur Andersen y Bibí Andersen. Pero sí vamos a exponer la idea de que eso de hacer que a las "grandes fortunas" les suban los impuestos nos parece una sandez propìa de quienes lo exigen.
Porque una de las cosas más sorpendentes de la propaganda que se hace a diario en las calles y en los papeles, es que hablan como si no supieran algo que es del dominio público. Y quien dice ignorarlo es porque es más tonto que Abundio. Y ese algo tiene un nombre que es el de "Paraiso Fiscal".
Precisamente, en estos momentos existe una tensión entre el gobierno alemán de la señora Merkel y el Principado de Liechtenstein. Y la razón de ello (tal como nos lo cuentan) es que el 50% de los grandes industriales de Alemania están domiciliados en este Principado por razones de fiscalidad.
Y otro tanto está ocurriendo con los grandes industriales del Reino Unido, que han encontrado en Monaco el detergente que necesitan para lavar sus vergüenzas.Y allí se han domiciliado.
En España tenemos uno de estos paraisos a tiro de piedra, que se llama Gibraltar. En este "Territorio Británico de Ultramar", que apenas se distingue en el mapa, viven unos 30.000 habitantes. Como piojos en costura, pero viven. Pues bien, el número de empresas domiciliadas en Gibraltar es de 81.000, con un capital declarado de 8.100 millones de euros.
Para conocer más detalles sobre lo que ocurre en este paraiso fiscal, puede preguntar al Banco de Santander, a Banesto o al Royal Bank of Scotland, que de eso saben mucho.
Muy conocido es el caso de las Islas Caimán, que tambien es un "Territorio Británico de Ultramar". Los que tienen negocios e inversiones en estas islas no tienen que pagar impuestos. Y esta es la razón por la que en las tres islas reunan 544 bancos con un volumen de 420.000 millones de dólares, de los cuales 380.000 son de moneda americana y el resto de otras monedas extranjeras.
Estas islas están situadas entre Jamaica y Cuba, y en el siglo XVII, tras haberlas recibido de España, se produjo el naufragio de ocho barcos con personal que regresaba a Inglaterra desde Jamaica. Los indígenas de las islas Caimán se esforzaron por salvar a los náufragos y el rey de Inglaterra les eximió de toda carga fiscal. Esta es la ley que sigue vigente.
Naturalmente, existen muchos más paraisos fiscales en los cinco continentes que podremos ofrecer a nuestros lectores si lo desean. Y es que, como decía Pepiño...
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