Yo no lo quito
1.-Un recuerdo.
El 27 de Marzo de 1988 murió en Madrid asesinado de un tiro por la espalda, y en presencia de su esposa y sus nietos un anciano de 81 años, don Luis Azcárraga y Pérez-Caballero, que era un general retirado del Ejército del Aire; y si la memoria no nos traiciona, creemos que era ingeniero aeronáutico. Acababa de salir de misa con su esposa y nietos, y dos pistoleros se le acercaron por la espalda, le pegaron tres tiros y ya en el suelo, lo remataron con otro en la cabeza.
No era el primer asesinato de un militar cuando salía de oir misa. Por ejemplo, al teniente Coronel de Artillería don Ramón Romeo Rotaeche también lo estaban esperando a la salida del santuario de Begoña.
Pero el general Azcárraga estaba retirado desde hacía años, residía en Madrid y tenía casa en Salvatierra donde se encontreaba para pasar la Semana Santa Y su sobrino es Joseba Azcárraga, que fué consejero de Justicia del Gobierno vasco, militante de Eusko Alkartasuna, y en estos momentos retirado de treinta años en la política para dedicarse a sus negocios.
Esta es una de las tragedias que ha traido consigo el independentismo vasco. Dos parientes tan próximos, ambos nacidos en Salvatierra y posiblemente vecinos de este pueblo, de los cuales uno es asesinado delante de su esposa y sus nietos mientras el otro vive su política ocupando el cargo nada menos que de consejero de Justicia del Pais vasco desde una posición política totalmente opuesta y, no nos engañemos, próxima a los asesinos de su tío. Al fin y al cabo, es necesario que unos muevan el árbol para que otros recojan las nueces.
Esta es la hora de recoger las nueces.
Por eso no nos extraña nada que el "festival de San Sebastián" se haya cerrado con el comunicado de ETA, que reproducimos aquí.
Veamos algumos párrafos de esta declaración:
"En Euskal Herria se está abriendo un nuevo tiempo político. Estamos ante una oportunidad histórica para dar una solución justa y democrática al secular conflicto político. Frente a la violencia y la represión, el diálogo y el acuerdo deben caracterizar el nuevo ciclo. El reconocimiento de Euskal Herria y el respeto a la voluntad popular deben prevalecer sobre la imposición. Ese es el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca."
Suponemos que en este párrafo se refiere a la violencia de los asesinos de ETA y a la represión de las fuerzas de Orden Público. O sea, frente a los que asesinan las víctimas tienen que dialogar sobre el "secular" conflicto político.
"La lucha de largos años ha creado esta oportunidad. No ha sido un camino fácil. La crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre . Otros están sufriendo la cárcel o el exilio. Para ellos y ellas nuestro reconocimiento y más sentido homenaje."
Esto es verdad, porque el camino no ha sido fácil. Que le pregunten a "Yoyes" o a "Pertur", que fueron asesinados por la misma ETA. O a aquellas víctimas que murieron cuando hacía explosión el artefacto que estaban preparando para colocar en algún sitio.
"En adelante, el camino tampoco será fácil. Ante la imposición que aún perdura, cada paso, cada logro, será fruto del esfuerzo y de la lucha de la ciudadanía vasca. A lo largo de estos años Euskal Herria ha acumulado la experiencia y fuerza necesaria para frontar este camino y tiene también determinación para hacerlo."
Es cierto. El esfuerzo no sólo ha sido físico sino intelectual. Tanto, que ha obligado a los "ciudadanos vascos" a inventar un nuevo explosivo que se conoce como la "churrita", que fué utilizada en el Hotel Corona de Aragón para matar a 78 personas mientras se estaba negociando entre Suárez y Garaicoechea el Estatuto Vasco.
"ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada. ETA hace un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada. ETA con esta declaración histórica muestra su compromiso claro, firme y definitivo."
O sea, que ha llegado la hora de recoger las nueces. Una victoria del Estado de Derecho, naturalmente.
Seguro que Joseba Azcárraga se habrá puesto muy contento.
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