Lo respetable

Yo no lo quito

Se está convirtiendo en un latiguillo esa frase que vemos repetida "opportune et importune" de que "todas las ideas son respetables". Y suponemos que se dice, como tantas otras estupideces, por el temor a que se nos trate de intolerantes, en el mejor de los casos, o de fascistas en los demás, Y según esta idea vamos a exponer algun caso de "ideas respetables", porque el hecho de ser idea la convierte automáticamente en respetable.

Por ejemplo; en estos momentos se ha difundido la idea de que una menor de diez y seis años puede abortar sin necesidad de que sus padres se enteren. Esta idea es "respetable" porque es "idea" y como tal  y no puede ser adjetivada de otra manera. Pero esto no sólo es cierto, sino que es doblemente respetable porque, además, lo dice la Ley, y si lo dice la Ley tenemos que aceptar que es una idea respetable. ¿Acaso hay algo más respetable que la Ley?

A situaciones como ésta nos conduce ese afán de buenismo que conduce a que muchas personas lleguen a aceptar cualquier cosa, aunque repugne a sus ideas más nobles. O sea, a la confusión.

Y estas cosas ocurren a personas que son "pacíficas" pero, por miedo al qué diran, se convierten en "pacifistas", que no es lo mismo, aunque lo parezca.

En el año 429 de la era cristiana Genserico, rey de los vándalos, cruzó el estrecho de Gibraltar con 80.000 vándalos y alanos, y atacó a Cartago, que era una ciudad del Imperio Romano. El jefe militar de la ciudad era el Conde Bonifacio que, como buen cristiano, escribió a San Agustin, Obispo de Hipona, preguntándole si sería más grato a Dios que entrara en un monasterio de aquellos que estaba fundando, o permanecer en la milicia para enfrentarse a los vándalos. La contestación de Agustin fué la siguiente:

"...No has de buscar la paz para hacer la guerra, sino que has de hacer la guerra para conseguir la paz. Sé, pues, pacífico, aun cuando peleas, para que conduzcas a las ventajas de la paz aún a los mismos contra quienes peleas..."

Al leer estas frases de quien justamente fué llamado "el genio de Europa" podrá parecer a alguno que Agustin está haciendo filigranas con los conceptos de paz, de guerra, pacífico, pelea, como si desera eludir la responsabilidad de una respuesta clara, saliéndose por la tangente. Pero, en realidad, no está haciendo otra cosa que exponer lo que, desde el Evangelio, ha sido siempre doctrina de la Iglesia.

Nunca como ahora se ha oido tanto la palabra "paz". Congresos para la paz, Organizaciones para la paz, manifestaciones en pro de la paz...Y hasta tal punto parece ser la paz el gran problema del mundo moderno que gentes de buena fé llegan a ver en la Iglesia más que una misión "santificadora", una misión "pacificadora".

Y también la palabra paz es la que más se repite en la liturgia cristiana, porque el Hijo del hombre vino a esta tierra "para dirigir nuestros pasos por el camino de la paz" (Lucas-1-79).

Pero no puede decirse que lo contrario de la paz sea la guerra, porque a la paz se oponen otras realidades distintas de la guerra como son la pobreza, el hambre, el dolor, la ignorancia, la envidia, el pecado, etc, que son como semillas ocultas en el espíritu humano, y que cuando afloran atormentan al hombre y le privan de la paz.

Hasta el tan traido y llevado Concilio Vaticano II tampoco descarta que pueda darse un conflicto armado que sea moralmente lícito. Y al afirmar que quienes militan en el Ejército al servicio de la Patria, se han de considerar como instrumentos de la seguridad y de la libertad de los pueblos, contribuyendo con ello a fortalecer la paz, y estima que la preparación bélica y el uso de las armas puede hacerse necesario, precisamente para los fines que justifican la existencia de los ejércitos. Concretamente, dice:

"... Mientras exista el peligro de guerra y falte una autoridad internacional competente, y provista de medios eficaces, una vez agotados todos los recursos pacíficos de la diplomacia, no se podría negar el derecho de legítima defensa de los pueblos..." (Const. Gaudium et Spes -79).