domingo, 9 de febrero de 2014

Amistosa polémica

Yo no lo quito


Este Asno ha recibido hace unas horas una ligera reconvención de uno de nuestros lectores, considerando que ha sido demasiado cruel con la figura del general Vicente Rojo, a quien los "escribidores" de la memoria histórica consideran "el perfeto militar" como diría cierto escritor del siglo XVII, y poco menos que un héroe de la defensa de Madrid durante nuestra guerra civil.

Desde el primer momento, este Asno empezó diciendo que la actitud de Rojo es uno de los enigmas más difíciles de entender de nuestra época. Epoca, que fué la mía, porque fué la que estuve viviendo dia a día en zona roja y en la que tuve ocasión de ver cadáveres de asesinados, heridos de bombardeos, y hasta tuve que sufrir una buena rociada de bombas de los Savoia o Caproni que llegaban a la luz del dia para bombardear el puerto de Barcelona. Yo me encontraba cerca de la Plaza del Teatro y las veía caer brillando. a la luz del sol. Y algunas bien cerca me cayeron y, por la misericordia de Dios, sólo pudieron llenarme de polvo blanco una cazadora azul que llevaba puesta.

Pero no vay a hablar de mis experiencias, sino de lo que he escrito y de lo que han escrito otros. Sobre todo, por muchos que no llegaron a conocer aquella tragedia y que ahora no dicen más que sus "verdades".La crítica está dirigida más hacia esta gente que contra Rojo, porque el personaje sigue siendo para este Asno un enigma muy dificil de comprender.

Vicente Rojo tuvo que vivir los años de la Segunda República Española como cualquier otro ciudadano. Y no podemos creerle tan tonto como para no enterarse de que, tan pronto como se proclamó la república, lo primero digno de contarse es  lo que sucedió a los veinte dias de proclamada, que fué el incendio simultáneo de varias iglesias e instituciones religiosas con destrucción de bibliotecas, imágenes, y hasta el famoso Cristo de Mena en Málaga, del que no quedó más que una pierna, si la memoria no nos falla. Había empezado una revolución anticlerical y marxista. Y no deja de ser curioso que un periódico alemán, de la República de Weimar publicase esta foto en la que se saluda a la "spanische revolution" en abril de 1931

  

La prensa del momento atribuyó los incidentes a una provocación de los monárquicos en Madrid. Pero lo que no explicó es si los incendios simultáneos de Malaga, Valencia, Sevilla, Cádiz, Murcia y algunos otros también fueron provocados desde el círculo monárquico de Madrid.



 No sabemos si el entonces Capitán Vicente Rojo se enteraría de que para cortar de golpe aquella "jornada laica" tuvo que salir a la calle a leer personalmente el bando declarando el estado de guerra el propio Jefe de la 1ª Division Militar de Madrid, el general republicano Gonzalo Queipo de Llano, que acababa de llegar de Portugal a donde había huido con Ramon Franco por haberse sublevado contra la monarquía en diciembre de 1930 en el aeródromo de Cuatro Vientos. Acción que estaba coordinadaz con la sublevación de Jaca, pero que también fracasó.


 Por eso no es de extrañar que en los carteles de la República, en los que aparecieron las imágenes de Galán y García Hernández, fusilados el 13  de diciembre de 1930 como mártires de la naciente república, no aparezcan las de Ramón Franco ni Queipo de Llano, que pudieron huir a Portugal, y más tarde decidieron combatir contra la República.




El 18 de julio de 1931, cuatro dias después de la apertura de las Cortes Constituyentes, se produce en la provincia de Sevilla una huelga general  en la que los sindicatos anarquistas intervienen con una violencia inusitada. Desde terrazas y azoteas de casas sevillanas se hace fuego contra las fuerzas de orden público que transitaban por las calles. Aquello, al cabo de cuatro dias, se redrudece con la llegada de obreros de la provincia. La reacción del gobierno es hacer intervenir a la autoridad militar, y el dia 24 se restablece la normalidad.

Fué el primer ataque a la República recien nacida y en el que mueren cuatro revolucionarios a los que se les aplica la "ley de fugas" y se manda  una pieza de Artillería  de 7,5 Schneider para destruir un local desde el que se había estado disparando contra la fuerza pública.. Era la Casa de Cornelio, una taberna próxim a la puerta de la Macarena en la que se reunian con frecuencia anarquistas, y desde la cual se había estado haciendo fuego contra las fuerzas del orden. Antes de disparar se desalojó la casa y las adyacentes, pero la casa recibió un par de cañonazos.

Era el primer acto revolucionario contra la República. El anterior fué "solamente" contra la Iglesia.



No vamos a ir desgranando dia por día todo lo que estaba ocurriendo en España, porque no tenemos tiempo para ello, pero lo que ahora estamos viviendo no puede hacernos olvidar el problema del Estatuto Catalán.

El 14 de abril de 1931, Maciá había proclamado desde el Palacio de la Generalidad, una República catalana dentro de una inexistente Federación Ibérica. En cuanto se enteró el Gobierno Provisional de lo que Maciá habia hecho, envió a Barcelona a tres ministros, dos de ellos catalanes como Nicolau d´Olver y Marcelino Domingo, junto con Fernando de los Rios, que fué quien propuso el nombre de Generalidad de Cataluña, quizás recordando aquella antigua denominación de la "Diputació del General", a la que algunos habían llegado a calificar antaño como  "una casa de perdició".

Estamos hablando del año 1931. El mismo año en que Azaña declaró que España habia dejado de ser católica.


La República se había cargado diez y nueve siglos de la Historia de España. Durante la República se estuvo persiguiendo implacablemente a la Iglesia católica desde panfletos indecentes como Fray Lazo, La Traca, y otros que no vale la pena nombrar.En ellos se criticaba a la Iglesia y se la acusaba de robar al desgraciado pueblo español. Y a partir de 1936 se desarrolló en España la mayor persecucion que había sufrido la Iglesia desde los tiempos de Diocleciano.

Parece que todo ello estaba justificado.

Y para terminar estas lineas, uno de los ministros de aquella República que más ha perseguido a la Iglesia, había sido bautizado con el nombre de uno de los siete varones apostólicos que fundaron en la Bética la primera Iglesia Cristiana. Se llamaba Indalecio.

Ironias de la Historia.





1 comentario:

  1. Querido y admirado Asno, nada más lejos de mí que reprender a quien tiene más autoridad que yo y nada más lejos que entrar en polémica con quien sabe más que yo.
    La crítica a la figura de Vicente Rojo hay que enmarcarla en la época y en el personaje. No siempre los vencedores en una guerra están libres de culpas ni los vencidos son reos de todos los delitos. Hay que reconocer que la causa abierta al general Rojo por rebelión militar es un esperpento.
    Creo que un desorbitado sentido de la fidelidad le llevó a estar donde estuvo. Quizá otras circunstancias, como la protección de su familia, también contribuyeron a ello. Pero es innegable que, profesionalmente, dio la talla. Una sublevación militar que pudo acabar con la toma del poder al mes de iniciada, se prolongó en tres años de cruenta guerra. Vicente Rojo supo organizar un ejército en circunstancias adversas de todo tipo, dar la cara frente a lo mejor del Ejército de entonces y planear operaciones en situaciones desfavorables. Si ello fue así, lo fue por la gran capacidad profesional de este hombre, reconocida por muchos. Pienso que nunca es conveniente, en paz o en guerra, menospreciar al enemigo.
    El Alzamiento se produjo a los 5 años de los acontecimientos que hoy nos narras, muy documentados. ¿Podemos acusar de tolerancia o achacar responsabilidad en tales actos a los que tardaron 5 años en sublevarse?
    Y, de verdad, no estoy en posición de entrar en debate.
    Un abrazo y mi admiración de siempre.
    Ángel

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