miércoles, 22 de abril de 2015

La sharia

Yo no lo quito



La sharia es la ley islámica transmitida a través de los tiempos desde la muerte de Mahoma (la paz y la bendición sobre él) y recogida por sus herederos. No podemos decir que el profeta fue el redactor de esta ley porque era ágrafo, pero sí que, a decir por los musulmanes, le fue inspirada por Dios. Nosotros no vamos a discutir sobre este tema, sino a mostrar cómo los islamistas pretenden imponer su "sharia" a los "infieles", que somos el resto de los ciudadanos.


Precisamente, en esta imagen puede verse a un grupo de energúmenos islamistas portando unas pancartas en las que se puede leer que la sharia es la única solución a los problemas de este mundo, y que la libertad se puede ir al infierno. En otra puede leerse que el islam dominará al mundo.



Ya pueden ustedes imaginarse que este dominio del mundo tienen que conseguirlo con violencia más que por adoctrinamiento.O sea, rebanando pescuezos y gritando por las calles como energúmenos. Porque los infieles tenemos que morir ante el avance del islam, que ,al parecer, no dispone de mayores argumentos para imponer su sharia.

Aquí, en Cataluña, se ha producido un invasión de musulmanes (propiciada por las autoridades políticas de la Generalidad) que pretenden convertir a los musulmanes de Cataluña al independentismo catalán. Por cierto que estos suman en esta parte de España ya el medio millón de habitantes.

Por eso no debemos extrañarnos de lo que ha ocurrido en una escuela de Tarrasa en la que unos escolares musulmanes han impedido comer bocadillos de jamón a niños autóctonos. O sea, pretendiendo imponer aquí su sharia.




El suceso se ha producido en esta escuela del barrio de Can Palet  de Tarrasa. Esto podría considerarse como una broma de los niños si no fuera porque en esta escuela se da la circunstancia de que en la mayoría de los cursos, el número de alumnos musulmanes llega a ser el 80 % de los escolares. Las quejas proceden de las madres de niños no musulmanes, que están buscando plazas en otros colegios ante la pasividad del Ayuntamiento de Tarrasa, la antigua  Egara romana o Egosa íbera.







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