lunes, 15 de febrero de 2010

Misterios del alma humana



Hoy nos toca hablar del Embajador en El Vaticano Francisco Vázquez Vázquez, para los amigos Paco Vázquez, a quien Su Santidad Benedicto XVI ha concedido la Gran Cruz de la Orden Piana, que es una Orden que se suele conceder a embajadores que han llevado un tiempo trabajando en El Vaticano.





Esto no ha sentado bien a la zarrapastra, porque entiende que la Iglesia no debe utilizar estas "frivolidades" para favorecer a la gente. Ignorando, por supuesto, que el Vaticano es un estado, y tiene que atenerse a eso que la gente denomina protocolo diplomático. Pero es difícil que esto lo entiendan. ¡Qué le vamos a hacer!
No es "la más importante" condecoración del Vaticano, que es la Orden de Cristo y sólo se concede a Jefes de Estado extranjeros. Esta se reserva a embajadores y otros funcionarios. Es una Orden que Pio IV fundó en 1559, luego pasó al olvido, y otro Pio, esta vez Pio IX la restituyó.



Ya pueden suponer los lectores que no conozco a Paco, y solo tengo noticias de él que me llegan por diversos medios. En primer lugar, no es del Cuerpo Diplomático, pero por lo menos es abogado. Eso ya es algo. Al mismo tiempo, fué Alcalde de La Coruña durante 23 años, demostrando que fué un buen gestor. Tan bien lo hacía que hasta los derechistas le votaban. Algo que deberian saber hacer los zarrapastrosos. Votar a la gente capaz y no traernos a esta coleccion de merluzos que no saben hacer la O con un canuto "porque son de los nuestros"

Y, de repente, nos llevamos la sorpresa en el año 2006 al enterarnos de que le nombraban Embajador en El Vaticano, quizás por el hecho de ser católico. Lo que muchos diplomáticos no son, y menos si son sociatas.


A este hombre le ha tocado la difícil tarea de intentar establecer relaciones entre Roma y este Gobierno que si le dejaran entraría en el Vaticano como los lansquenetes del Condestable de Borbón, y que quiere imponer en España "su kultura" y hacer que todos nosotros nos quitemos los mocos con un mandil.
Ahora ha anunciado que va a dejar el cargo en cuanto Zapatero acabe de intentar destruir Europa. Y es que el pobre ya no puede aguantar más.



Además de esta condecoración, es Caballero Gran Cruz del Mérito de la Orden Militar Constantiniana de San Jorge, que le concedió D. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y, por añadidura, recibió la Gran Cruz de la Orden montenegrina de Danilo I, por servicios prestados.

Lo que no termino de entender es como un hombre culto y católico, que llegó a ser Secretario General del PSGallego, pudo convivir con esta gente. Misterios incomprensibles del alma humana. Claro que si fueran comprensibles ya no serían misterios.

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