Nosotros los cavernarios

Yo no lo quito

1.- El domingo en Valencia.

"Grande es Dios en el Sinaí; el trueno le precede, el rayo le acompaña, la luz le envuelve, la tierra tiembla, los montes se desgajan..."

No. No crean que Mister X es el que dice estas cosas, aunque parezca que las está diciendo.  El que las dijo fué un señor bajito, calvo, rebajuelo y con voz atiplada, que llenó con su retórica medio siglo de la Historia de España; que había nacido en Cádiz, y se llamaba Emilio Castelar.

En realidad, Mister X lo que ha dicho en el mitin que se ha celebrado en la Fonteta de Sant Lluis, en Valencia, son otras cosas que, eso sí, entusiasmaron a los asistentes a aquel acto en el que el aspirante a presidir la oposición, un tal Alfredo P. Rubalcaba, aparecía arropado por el ex-presidente Felipe González, como el día anterior había aparecido en Alcaláde Guadaira también con Alfonso Guerra.

Lo que anunciaba el contador de chistes a sus oyentes es que los líderes europeos le habian llamado para decidir el futuro de Europa en el siglo XXI; y este es el chiste más divertido que ha contado este amante de los de  de Lepe en el mítin de Valencia. El resto fué dedicarse a poner verde a Mariano; lo que llenaba de gozo a sus oyentes, que se le entregaron abiertamente, porque para disipar la angustia de estos tiempos nada mejor que escuchar chistes aunque no sean de Lepe. Sobre todo si no se obliga a los asistentes al mitin a escuchar las parrafadas que soltaba Felipe en la prensa de carril, donde aparecian frases como ésta:

"Si dentro de un año la situación es mejor, será porque ha comenzado a arreglarse; si no, la situación será mucho más difícil".(ABC 4-10-80)

Gran verdad ésta, que nadie se atrevió a discutir. O esta otra que apareció en El Pais el 4-12-88:

"Ser hoy de izquierdas es... gobernar en un momento en el que tiene uno que optar entre inventar el futuro para que la derecha gobierne el presente, o gobernar el presente para construir el futuro".

Por eso, el público que le estaba escuchando aplaudía a rabiar.¿Por qué?

En realidad lo que sucede es que la gente que asiste a estos mítines ya no va predispuesta a filosofar sobre el problema político, y prefiere que su líder le cuente chistes, se burle del lider de enfrente, y ponga como chupa de dómine a la caverna.

Que, por cierto, somos nosotros.