Yo no lo quito
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) es una asociación de gobierno creada al terminarse la II Guerra Mundial. Es la mayor de todas las Organizaciones internacionales, y su objeto es facilitar la cooperación en conflictos como el Derecho Internacional, el desarrollo económico y social, la paz y seguridad internacional, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
A ella pertenecen todos los paises reconcidos internacionalmente excepto el Vaticano, que interviene como observador y la China Nacionalista de Taiwan.
A esta organización tan importante las naciones envian a sus líderes para que suelten sus ideas para perfeccionar este mundo que nos ha tocado viovir. He aquí a uno de ellos.
En estos momentos, el Secretario General es un coreano del Sur, que se llama Ban Ki-moon, que sustituyó en enero de 2007 al granuja de Kofi Annan, un ladronzuelo de no te menees.
En la sede de la ONU hablan todos los representantes nacionales, unos en francés, otros en inglés, en español, ruso, chino mandarín o árabe. Allí no se acepta, por ejemplo, el catalán porque también la ONU odia a Cataluña.
Tantos sabios reunidos en Nueva York o Ginebra, parece que tendrian que haber resuelto muchos de los problemas que nos afectan a los habitantes del mundo mundial, pero no suele ser así. Por ejemplo, en el año 1946 (sólo un año después de Hiroshima y Nagasaki) la Unión Soviética consiguió, a través de su satélite, el polaco Oscar Lange, que las naciones componentes de la ONU retirasen sus embajadores de España con la excusa de que en aquel momento se estaba fabricando en Ocaña la bomba atómica. Los que hemos vivido en aquella época de reconstrucción de los daños causados por la guerra, con cartillas de racionamiento, y trabajando en lo que podíamos para subsistir, nos partimos de risa cuando recordamos estas cosas de nuestra juventud. Por cierto, que hubo cuatro naciones que se negaron a retirar sus embajadores: La Santa Sede, Argentina, República Dominicana y Portugal.
Las últimas mamarrachadas que ha conseguido la ONU en este siglo, la hemos visto ahora en el Norte de Africa. Pero de esto no vamos a hablar.
El caso es que esta prestigiosa organización tiene un Programa para el Desarrollo que se titula "Sostenibilidad y equidad". O sea, un mejor futuro para todos. Y la administradora de este programa Helen Clark comienza su declaración diciendo cosas tan sustanciosas como que. "la desigualdad de género interactúa con los resultados ambientales y los agrava."
Para aclarar estos términos habrá que recordar que el concepto de "igualdad de género" significa, en el lenguaje internacional, el derecho de las mujeres y las niñas a ejercer el control de su cuerpo, de su sexualidad y de la reproducción. Y que el término "salud reproductiva" comprende la esterililzación y el aborto por medios quirúrgicos, pero sigamos con el informe.
"Esterilización y aborto para combatir el efecto invernadero".
El mundo necesita un marco para avanzar, después de 2015, que refleje la equidad y la sostenibilidad. Esta es una gran oportunidad para llegar a una noción compartida para seguir avanzando. O sea, que el aborto nos permitirá un desarrollo sostenible. Pero sigue diciendo:
"Se trata de un tema importabte porque en los paises donde existe un control efectivo y universal de la reproducción, las mujeres tienen menos descendencia, con los beneficios que ello implica para la salud materna e infantil y para la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero"
O sea, que los causantes del efecto invernadero son los niños.
O sea, que los causantes del efecto invernadero son los niños.
Uno sabía que los gases expelidos por las vacas y las ovejas contaminan gravemente la atmósfera. Pero, en realidad son los niños los que agravan el efecto invernadero. Y menos mal si si lo que expelen son sólo gases, porque también lo hacen con sustancias sólidas.
Sigamos con el informe:
"Por ejemplo, en Cuba, Mauricio, Tailandia y Túnez, donde tanto los servicios de salud reproductiva como los anticonceptivos están disponibles sin restricción, las tasas de fecundidad se situan por debajo de los dos nacimientos por mujer. Sin embargo, en el mundo persisten muchas necesidades no satisfechas en este ámbito, y los datos sugieren que si todas las mujeres pudieran ejercer sus derechos reproductivos, el crecimiento demográfico se reduciría lo suficiente para disminuir emisiones mundiales de dióxido de carbono a niveles más bajos que los actuales.Se calcula que de atenderse las necesidades de planificación familiar no cubiertas, de aquí a 2050, las emisiones mundiales de dióxido de carbono se reucirían hasta un 17% por debajo de los niveles actuales".
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