Regüeldos

Yo no lo quito

Si. Ya sabemos que no es propio de gente culta utilizar este vocablo. Así lo dijo en su día Don Quijote cuando daba consejos al futuro gobernador de la ínsula Barataria.

"Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos ni de erutar delante de nadie.

-Eso de erutar no entiendo,- dijo Sancho.

Y don Quijote le dijo:

-Erutar, Sancho, quiere decir regoldar, y éste es uno de los más torpes vocablos de la lengua castellana, aunque es muy significativo; y la gente cuidadosa se ha acogido al latín y al regoldar dice erutar, y a los regüeldos erutaciones."

Y aquí lo utilizamos precisamente porque es "muy significativo", ya que nos referimos a los regüeldos que con demasiada frecuencia suelen resonar en el diario que comanda el millonario trotskista, compañero Roures. cuya imagen aquí aparece (no se asusten, por favor).

Hoy no temos más remedio que contar el último regüeldo que ha sonado con motivo de la beatificación de Fray Leopoldo en el aeropuerto de Armilla, a cuyo acto han acudido unos 60.000 fieles. Y en ese acto el Delegado del Papa, Monseñor Angelo Amato, cometió la imprudencia de referirse a una parte de la vida de este santo varón que transcurrió durante la Guerra Civil, en una época en que "hubo quien se cebó con el clero". Y esta referencia ha dado lugar a que el panfleto se metiera con Monseñor y le acusara de haberse detenido en la historia, porque dijo que "Llegó el tiempo triste de la persecución religiosa, el tiempo en que querían acabar con la iglesia; los conventos quemados, los religiosos y monjas expulsados o asesinados". Peligrosa afirmación, cuando todo el mundo sabe que esto es falso.

El caso de Fray Leopoldo, humilde fraile carmelita que se dedicó a pedir limosna para atender a los necesitados es muy curioso porque después de su muerte, hace ahora 54 años si la memoria no nos falla, el pueblo que le conocó en vida ya lo "beatificó" por su cuenta y riesgo y fué enterrado en esta cripta, a diferencia de otros carmelitas que serian enterrados en un cementerio. Ahora la Iglesia ha admitido su beatificación de forma oficial. Aquí un retrato de Fray Lorenzo de Alpandeire.