Yo no lo quito
Hoy no tenemos más que agradecer al Ministro de Defensa, don Pedro Morenés Alvarez-Eulate, que se haya decidido a suprimir el sistema de Enseñanza Militar impuesto por la tristemenmte célebre ministra socialista y catalanista (a ratos también andalucista) Carmen Chacón.
A lo largo de dos años hemos visto que cadetes de la Academia General Militar solicitaban la baja para dedicarse a otra carrera. De este modo la milicia perdía una buena parte de la juventud española, que quedaba desengañada al comprobar lo que estaba sucediendo en la AGM con el nuevo plan de enseñanza.
Por este motivo, el nuevo Ministro de Defensa no quiso perder tiempo en presentarse en la Academia General Militar de Zaragoza para conocer la realidad de lo que allí estaba ocurriendo, y hablar personalmente con el General Director, profesores y cadetes.
Lo que estaba ocurriendo es que en el Ministerio de Defensa, el Director General de Enseñanza Militar era un catedrático de Derecho Constitucional que tenía por mal nombre el de Javier Garcia Fernández, de ideología republicana y autor, entre otras maldades, de un libro titulado "25 militares de la República".
Huelga decir que si Carmen Chacón, la nieta del anarquista Piqueras, lo nombró para hundir la carrera militar, fué siguiendo las normas de un tal Zapatero, de cuyo nombre no queremos acordarnos, aunque siga meneando el rabo por estos pagos en lugar de esconderse con la vergüenza de lo que ha hecho con España Pero es que no se puede pedir peras al olmo.
La situación de los cadetes de Zaragoza, que son unos jóvenes entusiastas de su profesión y dispuestos a darlo todo por España (porque en España, aunque muchos no lo crean todavía queda gente de este talante) se encontraban estudiando simultáneamente dos carreras dispares; la de oficial del ejército y la de ingeniero de organización. Esta última una carrera que nunca podrían utilizar porque los ingenieros industriales se oponían. Pero con ello se ponían palos en las ruedas de la enseñanza militar.
Pero no terminaba aquí la cosa, porque si los estudiantes de ingeniería podian dormir en casita, y llegar descansados a clase, los cadetes tenían que hacer cosas como ésta para luego ponerse a estudiar o ir a clase para examinarse. O sea, que terminaban reventados.
amanecer tras marcha nocturna
maniobras, practicas de tiro, más ejercicios... y algo de descanso
y a lo peor les estaba esperando un exámen de "Administración de Empresas" o de "Investigación Operativa". Eso sin contar la Topografía, Táctica, Armamento, Geografía e Historia Militar, Reglamentos etc. O sea, la misma vida que los alumnos de la Escuela de Ingenieros, que sólo estudian una carrera y no tienen que hacer maniobras para deslomarse por el campo de San Gregorio.
Naturalmente, esta situación tenía que terminar y el Ministro Morenés esperamos que terminará con ello. Y así podremos gritar aquello que gritaban los toledanos en la época de la primera General, la de Galbis, cuando los cadetes salian de marcha: "¡Vivan los caetes!"
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